¡Tremendo final!

No recuerdo otro final de una temporada regular tan atractivo como el de esta 51 Serie Nacional de béisbol, con seis equipos todavía sin conocer su futuro inmediato cuando se llegó a la jornada final.

Un solo duelo de postemporada estaba totalmente definido, el Matanzas-Sancti Spíritus empezando en el Victoria de Girón, pero Cienfuegos e Industriales disputaban la ventaja de comenzar por casa, y Granma, Santiago de Cuba, Ciego de Ávila y Las Tunas sin saber siquiera si estaban clasificados.

Los de la Perla del Sur jugaron con suplentes su último desafío y cayeron ante los envíos del estelar Vladimir García, utilizado forzosamente para garantizar el boleto a los avileños, y con eso le dieron a los Azules el derecho de comenzar como anfitriones la otra semifinal occidental.

Por cierto, pese a tener ya esa certeza absoluta, la novena capitalina no dio respiro a Las Tunas y los tuvo sufriendo hasta última hora, con sus regulares sobre el terreno pese a las malas condiciones del estadio Latinoamericano, aunque afortunadamente para ellos nadie se lesionó.

Más candente era la lucha en el Este, donde Granma fue el primero en terminar sus desafíos de manera impecable, con barrida sobre Isla de la Juventud (incluido el cuadrangular 36 de Alfredo Despaigne, ¡dentro del terreno!), pero debía esperar por la caída de tuneros o santiagueros, algo poco probable porque los del Balcón del Oriente tenían incluso otra oportunidad más si eran barridos por Industriales, y los indómitos jugaban con el peor equipo del campeonato.

Sin embargo, la pelota es redonda y viene en caja cuadrada, como dice el viejo adagio beisbolero, y Mayabeque hizo la hombrada de ganarle en par de ocasiones a Santiago en el mismísimo Guillermón Moncada, como para dejar una huella si no comparecen en la venidera campaña.

Para nada es un resultado aceptable que Santiago quede fuera de los play offs por segundo año consecutivo, pero para ser justos, bastante hicieron los rojinegros con un pitcheo tan endeble e innumerables bajas por lesión.

Fue el mejor cierre posible para una Serie que navegó todo el tiempo con dudas e insatisfacciones por la excesiva cantidad de planteles, un aspecto todavía lastrante, y pidiendo a gritos el cambio.

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