CRÍTICA DE CINE: Animales nocturnos

CRÍTICA DE CINE: Animales nocturnos
Fecha de publicación: 
13 Enero 2017
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O sea, que hay una interrelación entre la vida que vivimos y los libros que leemos… o las películas que vemos.

La segunda película del diseñador Tom Ford explora este tema: cuánto hay de cada autor en cada obra y cómo afecta la creatividad de los demás nuestras vidas: Animales nocturnos (2016) expone de qué forma puede afectarnos la ficción.  

Basada en la novela Tres noches (1993), de Austin Wright, Animales nocturnos desarrolla simultáneamente tres relatos: el presente de Amy Adams, que interpreta a una rica esposa de un médico, su pasado, en el cual estaba casada con un escritor y la historia que transcurre en la novela de este escritor ex esposo suyo.

Hay en todo el filme un excelente manejo del tempo secuencial y mucho del cine negro norteamericano. Esta es una historia sobre la venganza, la cobardía y la falta de moralidad.

La visualidad de la cinta es admirable. Se nota que Ford solía trabajar en el mundo de la moda, porque tiene un gusto estético exquisito. Animales nocturnos tiene, como su obra anterior, Un hombre soltero (2009), extrema elegancia y estilo visual propio. También, hay mucho pulso narrativo en la pantalla.

La escena de la persecución de autos en la carretera, que algo de homenaje hace al género western, es una secuencia demasiado macabra para poder olvidar. Una de las mejores que he visto en mucho tiempo. Así de espectacular y terrible es. Cada personaje, y cada espectador sabe perfectamente en qué va a derivar esta escena, pero igual cruza los dedos por no estar en lo cierto. Ser testigo de esa persecución es como ver un tren lleno de pasajeros descarrilarse: es algo horrible, pero no puedes desviar la mirada.

Amy Adams está muy correcta pero opacada por la mejor actuación de Jake Gyllenhaal. Ni en Brokeback Mountain ni en ninguna otra se le había visto tan contenido, desesperado, con tanta tragedia por dentro. Un actor que ha llegado a la madurez con los dos personajes que desempeña en Animales nocturnos.

Resumiendo: estamos ante una cinta lograda. Y aguda. Contundente como el golpe de un mazo y con un final inquietante y de calidad. Thriller psicológico de altura.

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