El perfil italiano del Capitolio habanero

El perfil italiano del Capitolio habanero
Fecha de publicación: 
22 Diciembre 2016
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    Un toque genial sobre este símbolo de esta capital, fue el que le dio el artista italiano Angelo Zanelli con la estatua que simboliza a la República de Cuba, una de las esculturas bajo techo más grandes del mundo. La gran "Estatua de la República" de Zanelli (1879–1942), nacido en San Felice del Benaco, cerca de Brescia, es de bronce y tiene una altura total de 17,54 metros.

    El escultor seleccionó a Atenea, la diosa griega de la industria, las artes, la sabiduría y la guerra, como pauta a seguir para su obra, pero con facciones que correspondieran al ideal femenino nacional. Tal "detalle" lo brindó Elena de Cárdenas y Echarte, criolla, se dice, con un rostro deslumbrante.

    A Zanelli le llevó dos años esculpir su obra en Roma. Representa una mujer con una túnica y un gorro frigio, armada de una lanza en su mano derecha y un escudo en la izquierda. Pesa 30 toneladas y es el punto crucial del Capitolio habanero. Otras dos efigies de Zanelli, "La virtud tutelar" y "El trabajo" fueron también obras para esa sede.

    El Capitolio de La Habana está inspirado en el Panteón de París, San Pedro de Roma y en el Capitolio de los Estados Unidos. Tiene una fachada neoclásica, y una cúpula que alcanza los 91,73 m de altura. La larga restauración actual a la que ha sido sometido deberá estar terminada para 2018, pero se espera que a mediados del año próximo comience a sesionar en sus salones el Parlamento. El Capitolio fue la sede de las dos cámaras del Congreso de la República de Cuba, hasta que fue disuelto tras la revolución que triunfó el 1 de enero de 1959.

    El proyecto de origen fue inspirado en el Panteón de París, San Pedro de Roma y en el Capitolio de los Estados Unidos. El edificio presenta una fachada acolumnada neoclásica y una cúpula que alcanza los 91,73 m de altura.

    Para la restauración en marcha, se importó el mármol de los pisos y otros productos de la empresa Veronesi Italia, proveedora de los materiales originales del inmueble. El salón de Los Pasos Perdidos de más de 14,5 metros de ancho por 48 de largo y un puntal total de 19,50 m, está recubierto de mármoles italianos. El Capitolio tiene un estilo renacentista. Su gran cúpula tomó como ejemplo la Basílica de San Pedro.

    Debajo de la cúpula se exhibe una copia de un brillante de 24 kilates y 32 facetas blanco azul puro, procedente de minas de Sudáfrica. Este marca el kilómetro cero de la Carretera Central nacional que recorre la isla de occidente a oriente.

    Numerosos turistas visitan ahora el lugar. "Es muy parecido al de Washington. Es impresionante", dijo a ANSA Gabriella, una estadounidense de antepasados italianos, residente en Boston. Quedó además sorprendida porque "cubanos e italianos trabajaron para construirlo".

    Una explicación de esta "identidad artística" la dio el historiador de La Habana, Eusebio Leal, ante un grupo de italianos recientemente. "El corazón del pueblo italiano es un corazón amplio, generoso, colmado siempre de un espíritu que, coincidiendo con el cubano, es un espíritu de alegría, de satisfacción por la vida", estimó.

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