Preocupación en Matanzas por precios del transporte no estatal

Aunque muchos consideran a este tipo de vehículos un apoyo significativo al sector estatal en la transportación de pasajeros, la idea de pagar el boleto a un valor exagerado golpea a los pobladores que diariamente se trasladan a los diferentes puntos de la ciudad.

Javier Tápanes Tomé, estudiante de Ingeniería Civil en la Universidad de Matanzas, opina que deberían existir regulaciones en los costos máximos porque no todos pueden pagar cinco o diez pesos a un camión para llegar temprano a la escuela o al centro de trabajo.

En el aula nos exigen puntualidad pero muchas veces solo se logra arribar a tiempo cuando sacrificamos el dinero que deberíamos destinar a otra necesidades como por ejemplo la merienda, asevera el joven de 23 años de edad quien cursa el último año de la carrera.

María M. Llufrío, ama de casa, refiere que en estos tiempos resulta difícil viajar sin depender de coches, motos o bici taxis, los cuales reclaman del transeúnte cantidades de dinero que para nada se corresponden con la distancia a recorrer o el costo invertido para el traslado.

El problema fundamental radica en que el transporte privado exige que el cliente perciba un ingreso superior al de la media de los cubanos, entonces el tema se complica para aquellas personas que ganan un salario modesto, sentencia Llufrío, de 65 años de edad.

Otros temas como la desorganización en las piqueras y el maltrato a los animales en vehículos con tracción también atentan contra el desarrollo de esta modalidad, que sin dudas gana mayor auge no solo en la llamada Atenas de Cuba sino a lo largo de todo el país.