"880.000 españoles no acuden ni un día al año a trabajar"

Como dato curioso, y como idea que permite calcular la proporción, estas cifras de absentismo equivalen a que más de 880.000 trabajadores no acudan a su puesto de trabajo ningún día del año.

Son datos desprendidos de un informe elaborado por la Asociación de Mutuas de Accidentes de Trabajo (Amat), que también estima que estas bajas suponen para la Seguridad Social española un coste aproximado de 5.500 millones de euros al año, más otros 4.800 millones para las empresas.

Se entiende por absentismo laboral "la ausencia al trabajo cuando estaba prevista la asistencia", genéricamente, con independencia de los motivos, aunque por supuesto el más frecuente es la mencionada incapacidad temporal (IT). El estudio refleja que el absentismo en general se ha disparado y supera ya los niveles registrados antes de la fuerte recesión económica de 2008.

Perfil del absentismo

Los datos del estudio permiten conocer las características más habituales del absentismo en España. Por ejemplo, establece que El 68% de las bajas tiene una duración inferior a 16 días, y que las personas que llevan menos de tres años en la empresa son ligeramente más proclives a las bajas por incapacidad temporal que sus compañeros más veteranos.

En cuanto al tipo de enfermedades que acumulan más casos de bajas son las dolencias de la columna vertebral las primeras de la lista, con un 13%, seguidas muy de cerca por las enfermedades psiquiátricas (como la ansiedad o la depresión) que suponen un 11% del total. Las gripes son la tercera causa, con un 7% de los casos.

Atendiendo a la duración media de estas bajas, las que más días de recuperación exigen son las afecciones oncológicas (87 días) y las cardiacas (61 días). Por contra, las incapacidades temporales que menos días duran son las gripes (6,22 días) e infecciones (14 días).

Pocas soluciones para un problema grave

Tal como explica un reportaje publicado en el diario 'El Mundo', "pese a este importante problema, son pocas las compañías que elaboran planes de gestión del absentismo aunque tengan niveles elevados en sus organizaciones". Lo cual es llamativo, si tenemos en cuenta que el absentismo conlleva tanto costes directos (derivados del pago de las prestaciones de la Seguridad Social que cobra el trabajador de baja) como indirectos  provocados por el tiempo de búsqueda y sustitución del empleado de baja, la formación para la adaptación del sustituto al puesto de trabajo y la pérdida de calidad que esto puede suponer en el servicio que ofrezca su empresa).

Los sindicatos y la patronal en España pusieron el foco en el problema el año pasado y trabajan ya en un documento llamado III Acuerdo para el Empleo y la Negociación colectiva 2015-2017: que cuenta entre sus prioridades con la "la reducción de las ausencias injustificadas".