Wilfredo Sánchez: Fidel es el pueblo

Wilfredo Sánchez: Fidel es el pueblo
Fecha de publicación: 
14 Diciembre 2016
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Wilfredo Sánchez, el hombre hit de la pelota cubana, conoce perfectamente el sabor de las victorias y de los premios. Tanto con los equipos matanceros que integró, como defendiendo la camiseta del Cuba, se convirtió en campeón más de una vez. Sin embargo, la posibilidad de conocer personalmente al Comandante en Jefe quizás haya sido el regalo más valioso de su carrera deportiva.

En el estadio Victoria de Girón el veterano atleta, que se mantiene como entrenador de la selección de Matanzas, contó para los lectores de CubaSí sus encuentros con Fidel…

“La primera vez fue cuando el Campeonato Mundial en Cartagena, Colombia, en el año 1970. Nosotros discutimos el Campeonato y él nos recibió en el aeropuerto. Entonces le preguntó a Marqueti: ¿quién no está casado aquí en el equipo? Y Marqueti le dijo: “el único que no se ha casado es Wilfredo Sánchez”. Ahí me llamó y me dijo: “Wilfre, ¿cuándo te vas a casar?” Y le respondo: “pienso en el año que viene”. Y me dice: “¿qué día te vas a casar?” Le contesto: “el 10 de enero, que es mi cumpleaños”. Él se quedó pensando y me dijo: “no, cásate el 13 , que es martes, para cambiar el mito ese que dice que no te cases la fecha del 13 y eso”. Pero yo le dije: “bueno, si me caso el 13 de enero, que es martes, usted tiene que ser padrino de la boda”. De nuevo se quedó pensando y me prometió: “yo voy a ir a Jovellanos, pero si no puedo, te voy a mandar los padrinos, te voy a mandar varios padrinos”. Y así fue, él me mandó la felicitación, pero me mandó también de padrinos a Rizos, que en aquel momento era el primer secretario del Partido aquí en Matanzas, al Comandante Bordón y al Presidente del INDER, que en aquel entonces era el Ministro de Deportes…”

Wilfredo SánchezY así fue como Wilfredo Sánchez desafió a la mala suerte y confió en Fidel, pero en muchas otras ocasiones, incluso después de su retiro del deporte activo, se encontró con el hombre que le cambió la fecha de la boda:

"Él iba mucho al terreno de pelota durante la preparación de nosotros con vistas a los campeonatos y ahí hablábamos mucho, incluso tengo fotos con él en varias ocasiones y la última fue que viajé con él a Venezuela en el avión, cuando llevábamos como una hora de vuelo salió de su puesto, él iba como a cuatro o cinco butacas de donde estaba sentado yo, comenzó a saludarnos uno por uno de nosotros y habló conmigo también, me preguntó por mi familia de Jovellanos, porque me decía que Jovellanos fue un pueblo que apoyó mucho a la Revolución con la lucha contra bandidos, era el municipio centro de Matanzas. Después, cuando llegamos a Venezuela, en un momento Chávez está lanzando y le dice a Fidel que no batee, que toque la bola, entonces él pide: búsquenme a Wilfredo Sánchez, porque yo era especialista de toque de bola. Fui y le dije: Comandante, estoy aquí  y me dice: “enséñame cómo se toca la bola, no vaya a ser que me dé en las manos”. Yo le expliqué cómo es técnicamente, después Chávez lanza, él toca y Chávez lo felicita: “la verdad que usted sabe de todo”, y él le responde: no, se lo debo a Wilfredo Sánchez, que fue el que me enseñó a tocar la bola. Ahí le dije: Comandante, ¿usted me puede dedicar una pelota? Y me la dedicó. La tengo firmada en la casa".

La atesora, como también el trofeo que lo acredita como uno de los cien mejores atletas del siglo en Cuba y el cual recibió de manos del líder de la Revolución cubana, un hombre del que le cuesta hablar en pasado: “Han sido muy emocionantes todas estas conversaciones que he tenido con el Comandante y también mucho consejo que él ha dado, no solo a mí, sino a todos nosotros en aquel entonces”.

¿Cómo lo recuerda? Como el testarudo invicto que siempre fue: “Yo recuerdo que cuando llegaron las máquinas de lanzar aquí en los años 70, no tiraban curvas, y él dijo: ¿por qué no puede tirar la curva?, y vino una noche al Latino y las puso a tirar curvas… Yo pienso que Fidel, no solamente del siglo XX, ni del XXI, yo creo que van a pasar muchos siglos y va a ser difícil que salga uno como Fidel”.

Piensa en él y no logra hablar solo del gigante que fue: “En honor a la verdad, impresionaba mucho cuando te miraba; tenía una mirada fija, apenas pestañeaba, pero al mismo tiempo, era una gente muy sensible, que sabía llegarle al hombre, se preocupaba por todo, una persona de mucha sensibilidad humana, que llegaba y se ponía al nivel de cualquier atleta, de cualquier ser humano; con mucho tacto te hablaba y parecía que uno estaba conversando con un compañero, pero también muy inteligente siempre, nos enseñó mucho en el béisbol a nosotros…”

¿Cómo lo recuerda? Como buena parte del mundo: “en las tribunas, porque siempre estaba en la primera línea cuando él iba a hablar, pero también lo recuerdo como un deportista más entre nosotros. Lo recuerdo vivamente dentro del movimiento deportivo cubano; yo puedo decirte categóricamente que sin él el movimiento deportivo cubano, no solo el béisbol, no hubiese estado a la altura que hoy está. Realmente lo recuerdo así: un militante más, un deportista más. Fidel es los atletas que tenemos hoy en día, Fidel es el pueblo, Fidel es el joven, el adulto, el adolescente, porque es una gente de mucho sentimiento y realmente cuando se habla de Fidel es hablar de Cuba.

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