Los jóvenes mantendrán vivo su ideario

De la mano dos niños —Damian y Camilo— y una bandera cubana. Y aunque en la casa les aguardaba Darío, un bebé de siete meses.  Yilian Contis y su esposo Amilcar Rivera, llegaron muy temprano a la Plaza. Ella con lágrimas en los ojos, conmovida ante tantas muestras de cariño y apoyo hacia el Comandante en Jefe de la Revolución Cubana.

 
¿Por qué la bandera,  los niños?, le pregunto al joven Amilcar, de 33 años. “Fidel es nuestra bandera y he venido también con mis hijos por lo emotivo de este momento, que algún día ellos comprenderán en su justa dimensión. La juventud va a extrañar a Fidel, pero va a tener muy presente su ideario”.

Otra vez la Plaza, el escenario de tantas y tantas batallas. Sin embargo, ahora no se trata de un hecho político, sino de una dura realidad para los cubanos. El homenaje comenzó temprano, incluso antes de lo previsto y durará muchas horas, pero seguramente no alcanzará el tiempo para quienes vendrán de lejos.

Delante de una foto hermosa de Fidel guerrillero y unas rosas blancas — puras como quería Martí— desfila el pueblo. No hace falta escuchar a la gente, hay tristeza en los rostros agradecidos, porque según el decir de muchos “era como el Padre bueno de todos los cubanos”.

Esther Navarro, estomatóloga de profesión y baracoense de nacimiento, consciente de que el duro momento llegaría alguna vez, confesó que “en estos instantes no lo esperaba”. Hija de un campesino y de una ama de casa que tuvieron ocho hijos, sabe que si no hubiera sido por Fidel y el proceso revolucionario ella no habría tenido jamás la posibilidad de estudiar, como tampoco sus descendientes.  

A Miguel de la Cruz, de 28 años, quien labora como custodio, se le vio afligido, sin deseos de nada.  Quizás la trayectoria familiar le hizo sentir la noticia de una manera más profunda, pues su abuelo fue combatiente del Ejército Rebelde y su padre internacionalista.  “Fidel nos dejó el concepto de Revolución y por esta causa debemos darlo todo, sin dejar que alguien se interponga en el camino de nuestros ideales, que también fueron los mismos de otros grandes hombres como Martí y Chávez”.

Jennifer Bello, miembro del Comité Central del Partido y presidenta de la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU), afirmó que la terrible noticia de la pérdida física de nuestro Comandante en Jefe fue impactante, y aún no la ha superado.  

“El siempre confió en la juventud cubana y en los universitarios,  que sabremos —por encima de todo— defender ese compromiso y ser fieles seguidores de su pensamiento, acción y obra.  Eso significa que los jóvenes no defraudaremos a la generación histórica de la Revolución.

“Fidel es para todos los estudiantes cubanos, el líder, el ídolo, la luz que guía, y de alguna manera no se ha ido. Él va a vivir por siempre en nuestros corazones, porque cada uno de nosotros es un Comandante en Jefe”, aseguró.

Hombres y mujeres de todas partes, de profesiones y oficios disímiles se han unido ante el dolor.  Hasta el mediodía de este martes continuará la velada de homenaje y tributo, aun cuando asumamos ese pensamiento martiano de que “la muerte no es verdad cuando se ha cumplido bien la obra de la vida”.