Taekwondo (f) cubano: Tiempos de renovación

Lo primero, como casi siempre, es el cambio de entrenador, y José Amaranto Delisle ha tomado el relevo que con dignidad llevó Ramón Arias durante tres ciclos estivales, con buenos resultados en todos los torneos, incluido el histórico segundo puesto en el Mundial de Puebla-2013.

Sin dudas, el grave error cometido por Glenhis Hernández en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Veracruz-2014 le complicó la faena, pues era precisamente la campeona mundial de Puebla quien mejores opciones tenía de logra el boleto a Río de Janeiro-2016, y también de luchar por una presea en la justa carioca.

El año de castigo le privó también de los Panamericanos de Toronto-2015, y sin roce internacional no pudo conseguir el cupo en la única oportunidad que tuvo para lograrlo.

Recordemos que por primera vez desde el estreno de esta disciplina en Sydney-2000 Cuba regresó sin metales, y alguna cabeza tenía que rodar.

Dejemos definitivamente el pasado y concentrémonos en el futuro, pues Glenhis será la estandarte del equipo nuevamente en la división de 73 kilogramos, junto a otras que se mantienen del ciclo anterior como Yosmailis Ferrer (46) y Yamicel Núñez (57).

Con ellas se iniciará el camino rumbo a Tokio-2020 dentro de unos días en el Abierto de Perú, donde también pretenden realizar una base de entrenamiento.

Ahora bien, hay que entender bien lo que es un deporte “priorizado”. Como sucede hace varios años con la lucha, el taekwondo no sabe lo que es un evento juvenil, y en equipo grande apenas compite internacionalmente.

En los años olímpicos siempre se acuerdan de ellos, y se desata una carrera contra el tiempo para darles fogueo y buscar las clasificaciones, pero eso debe trabajarse durante todo el cuatrienio. Desde niños nos enseñaron a no ser finalistas en la escuela, no lo seamos tampoco en la preparación de nuestros deportistas.