Donald Trump: Su odio a Cuba

Donald Trump: Su odio a Cuba
Fecha de publicación: 
14 Octubre 2016
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Un mes después que advirtiera en Miami su intención de frustrar el acercamiento con La Habana si gana en las elecciones del próximo ocho de noviembre.

Un cable de EFE dijo este miércoles que el multimillonario “fue tajante al expresar su rechazo a la apertura de Barack Obama hacia la isla”.

Ese medio español subrayó que primero el candidato presidencial republicano favoreció esa política.

Sin embargo ahora, poco antes de participar en un mitin en Florida, se manifestó a la inversa.

¿Motivo? Lo explicó la misma EFE al escribir:

“Se trata de un Estado decisivo cuyas votaciones son cambiantes (‘pendulares’) y en el que Trump lleva semanas tratando de asegurar el voto cubano”.

"El pueblo de Cuba ha luchado mucho. Revertiré las órdenes ejecutivas y concesiones a Cuba de Obama hasta que las libertades sean restauradas", aseguró en Twitter el candidato presidencial republicano.

EFE amplió su comentario respecto a la postura de Trump hacia Cuba:

En general la valoró como vacilante, pues durante las elecciones primarias de su partido llegó a decir que 50 años de “embargo” eran ya suficientes.

También subrayó que muchos cubanos de la Florida han votado por republicanos dada la actitud anticastrista de estos.

Luego de sus brutales ataques contra mejicanos indocumentados, una parte de sus habitantes de origen cubano representan la única comunidad en la que Trump tiene aún respaldo.

Incluso, alertan sondeos, menor al que otros candidatos republicanos exhibieron años atrás.

Señal interesante fue que este martes la Asociación de Constructores Latinos de Miami, compuesta en lo fundamental por estadounidenses de origen cubano, brindó su apoyo a Hillary Clinton.

Mientras, otro corresponsal de EFE, Albert Traver, informaba en Washington que devino aún más intrincado el camino de Trump rumbo a la presidencia.

Traver notificó que a escasos días del episodio donde mujeres le acusaron de abusar de ellas en 2005, hizo irrupción otro donde revelaron “el mayor escándalo ocurrido en la campaña presidencial”.

La nueva versión aborda desde lo sucedido a partir de los años 80 del siglo pasado hasta 2005, en que tuvieron lugar cuatro hechos apresuradamente calificados de falsos por los hombres de Trump.

Estos últimos llegaron a exigir que medios involucrados  en su difusión los “rectificaran”.

¿Qué aconteció ahora? The New York Times recogió los testimonios de dos mujeres,  Jessica Leeds y Rachel Crooks, las cuales denunciaron los abusos del hoy candidato presidencial republicano.

Leeds, quien tiene 74 años, dijo al  Times que hace tres décadas el magnate se abalanzó “como un pulpo” sobre ella en los asientos de primera clase de un avión, le tocó los pechos e intentó meter la mano por debajo de su falda.

Crooks, por su lado, explicó que en 2005, cuando ella tenía 22 años y trabajaba en la Trump Tower, de Nueva York, coincidieron en un elevador y éste, sin mediar palabra, la besó en la boca.

Los relatos se dieron la mano con lo dicho por Trump  en la grabación que desató el escándalo de 2005, cuando el multimillonario alardeó de besar  y tocar las partes íntimas de las mujeres sin su consentimiento.

Pero este domingo, durante el segundo debate presidencial con Hillary Clinton, negó haber llevado a la práctica sus intenciones”.

Hubo un nuevo comprometedor artículo, del The Palm Beach Post, donde salió a la luz el testimonio de Mindy McGillivray, la asistente de un fotógrafo que trabajaba en el hotel Mar-a-Lago, perteneciente al multimillonario.

McGillivray denunció que durante un concierto de Ray Charles en el hotel, en 2003, Trump, que estaba con su entonces novia y actual esposa, Melania, la toqueteó detrás del escenario.

Una cuarta mujer, Natasha Stoynoff, periodista de la revista People, lo acusó de abusar de ella en 2005 durante una entrevista que le hizo al magnate y a Melania, con la que ya se había casado.

Ella, además, en ese momento se encontraba embarazada, pero el hecho no impidió una nueva escena repugnante.

Según el relato de Stoynoff, dado a conocer en People, el magnate la llevó a una habitación del Mar-a-Lago, la encerró y la besó sin su consentimiento.

La campaña de Clinton, por su parte, también reaccionó a las acusaciones de las víctimas de Trump.

“Este artículo perturbador encaja tristemente con todo lo que sabemos de la forma en la que  trata a las mujeres”, afirmó la portavoz demócrata Jennifer Palmieri.  

Un columnista del Nuevo Herald, Daniel Morcate, fue este miércoles más allá y escribió, interpretando correctamente el sentir de muchos:

Esas grabaciones no deberían sorprendernos, “el tipo es un patán de la peor calaña”, se ha informado ampliamente “de sus nexos con figuras del bajo mundo”.

Solo en una democracia como la estadounidense alguien como él ha podido saltar hasta el sitial que ocupa hoy.

Su odio a Cuba también lo corrobora.

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