Santiago de Cuba, alivio y humedad cuando Matthew se aleja del país

Tras varios días en tensión porque los modelos de pronósticos apuntaban a que el ciclón irrumpiera por aquí al territorio nacional, los habitantes de esta provincia oriental se identifican plenamente con la tragedia de la ciudad de Baracoa y otros municipios sureños de la de Guantánamo.

Venido a menos con su actual categoría tres, el ciclón trajo desde anoche precipitaciones que apenas han cesado aunque sin llegar a ser fuertes y los vientos han sido ligeros, al menos en la urbe, aunque en zonas del litoral se registraron olas de más de cuatro metros.

Las penetraciones del mar, principalmente en el municipio costero y montañoso de Guamá, afectaron tramos de la carretera Granma, que enlaza a esta provincia con la homónima a lo largo del mar Caribe y de la Sierra Maestra, el principal macizo montañoso en Cuba.

El presidente cubano, Raúl Castro, compartió en este territorio oriental reuniones de su Consejo provincial de Defensa y junto a varios ministros adoptó importantes decisiones relacionadas con el enfrentamiento a este fenómeno natural y las consiguientes labores de recuperación en las zonas afectadas del este del país.

Como un curso intensivo para atravesar estas circunstancias, las experiencias de lo vivido durante el embate del huracán Sandy casi cuatro años atrás sirvieron para adoptar con tiempo suficiente y serenidad la cercanía de este otro fenómeno meteorológico, considerado más fuerte y peligroso que aquel.

Los aguaceros deben continuar durante el día, de acuerdo con los pronósticos del Instituto de Meteorología, por lo cual no quedará otra alternativa que agradecer a Matthew el beneficio para las presas santiagueras, que lo recibieron por debajo del 40 por ciento de su capacidad de embalse.