Serena Williams reclama por los afroamericanos
El nuevo caso de gatillo fácil con visos de racismo se produjo luego de los que convulsionaron Tulsa, Charlotte y Baltimore, y ahora se temen enfrentamientos.
Un hombre negro de 30 años, desarmado, probablemente con alteraciones psicológicas, fue acribillado de cinco disparos por policías en el estacionamiento de un centro comercial en El Cajón, en los suburbios de San Diego. En realidad, se trataba de un refugiado de Uganda y no de un afro-estadounidente, según reportes de la prensa local.
Alfred Olango se comportaba de modo errático, caminaba entre los autos y su hermana llamó a la policía para pedir ayuda. Los uniformados, explicaron más tarde, dispararon porque el hombre se metió las manos a los bolsillos y pareció sacar un objeto. Admitieron que no estaba armado.
Los hechos fueron filmados por el teléfono celular de la hermana de la víctimas, quien gritaba "los llamé para pedirles ayuda y mataron a mi hermano".
Antes de que se anunciara la muerte del hombre, unas 200 personas se juntaron en las calles para protestar, una vez más, por los métodos violentos de la policía en este país, acusada de ser racista.
En esta localidad viven 103 mil personas, la gran mayoría son blancos.
El clima de tensión social por estos crímenes está latente en distintas ciudades del país, mientras varias figuras del deporte y el espectáculos se manifiestan.
La última fue la estrella del top ten que expresó "no me quedaré callada" frente a los crímenes de personas de su comunidad.
Williams recordó "ese horrible vídeo de la mujer en el auto cuando un policía disparó a su novio", aludiendo a Philando Castile, baleado por un agente de Minnesota en julio, y dijo haber temido que sus familiares sufrieran un destino similar.
La tenista citó además a Martin Luther King Jr., al decir que "llega un momento en el que el silencio es una traición".
Según las estadísticas, escribió el diario Washington Post, el 25% de las personas asesinadas por la policía tienen alteraciones mentales.
La víctimas de San Diego es la número 716 a manos de los uniformados. El año pasado fueron mil.
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