Río de Janeiro 2016: Luchadores por dar batalla

Así lo confirmaron los libristas Reineris Salas (86 kg) y Alejandro Valdés (65), quienes serán de los últimos en competir como parte de un programa que comienza el próximo domingo y dirá adiós el 21, fecha de la despedida general.

«Hemos hecho una buena preparación y el equipo está listo», dijo el doble subcampeón mundial Salas en nombre de los 10 (cinco por modalidad) que antes cubrieron una estancia en Salvador de Bahía.

«Le hemos dado continuidad a lo que hicimos en Cuba, además de acomodarnos al clima y otros detalles que hacen falta para la puesta en forma», explicó en la Zona Internacional de la Villa Olímpica, al regreso de una sesión de trabajo.

Salas fue décimo en Beijing 2008 y no estuvo hace cuatro años en Londres, pero trae la intención de llevarse un premio a casa pese a reconocer lo difícil del camino a transitar.

«En mi división son las mismas figuras que han estado en los últimos años, pero pienso en una medalla y espero que sea la más alta», aseguró el capitalino de 29 años, presentado estratégicamente en los 97 kilos en las competencias más recientes.

Ahora será uno de los 19 actuantes en su categoría habitual, donde brilla especialmente el fuera de serie ruso Abdulrashid Sadulaev, un veinteañero que ganó los dos últimos certámenes del orbe y europeos.

Para Valdés el sendero tampoco será fácil pese al respaldo de sus buenas experiencias de la Liga Alemana, que le vio ganar nueve de sus 11 combates.

«Me ayudó a asentarme y alcanzar madurez como atleta, creo que ha sido un factor muy importante en mi carrera deportiva. Ahora vengo pensando en grande, aunque es una división muy pareja, sin tregua, porque todos tienen alto nivel», valoró.

Si el congresillo donde se oficializan los organigramas no deja otra noticia en esa división defenderá su corona el azerí Toghrul Asgarov e igualmente se “pinta” complicado el campeón mundial Frank Chamizo, cubano nacionalizado italiano.

«Todos estamos para hacer lo mejor y no nos vamos a conformar con poco», sentenció Valdés.