El comercio electrónico desde Cuba, un verdadero reto

En esta era de la electrónica, la informática y las comunicaciones, el comercio -de cualquier naturaleza- ha encontrado un sitio muy oportuno en Internet. Aunque Cuba es un país con escasa conectividad, nuestros especialistas no han desaprovechado las posibilidades que brinda la red de redes y han sabido colarse entre tantísimas páginas web que hay en el mundo para comercializar el arte y la cultura nacional.

Si bien ya es más frecuente en el mundo encargar las compras por correo que ir personalmente a una tienda, para nosotros la venta por vía electrónica sigue siendo un reto, debido a las carencias en la infraestructura y sobre todo por el bloqueo norteamericano, que no permite transacciones entre Cuba y otros bancos en el mundo.

La agencia de comercio electrónico Soycubano (www.soycubano.com) es pionera en esta actividad en la Isla y está cumpliendo su primera década. Sobre sus proyecciones Teresita Espino, directora general, conversó con Cubasí.

-Soycubano está cumpliendo 10 años, ¿cómo empezó esta aventura que hoy se está haciendo notar?

-En realidad los inicios fueron en 1997, hace más de 10 años, y se trataba apenas de una tiendecita que solo vendía música. Así empezó todo. Se veía que eso tendría un desarrollo, así que en 2011 en el Ministerio de Cultura se decidió crear una agencia con una estructura administrativa y comercial bien sustentada que se dedicara al comercio electrónico. Fue un experimento, fuimos creciendo y abriendo camino, y en este momento ya casi abarcamos todas las líneas de negocios en comercio electrónico.

-La música es el producto líder de Soycubano y le sigue el cartel de cine, ¿qué otras cosas podemos encontrar aquí?

-Artesanía, películas de cine cubano. Una novedad que ha sido un boom son los teleplays -a través de RTV Comercial. También tenemos multimedias, confecciones, la línea Arte en Casa. De hecho, hubo reticencia con respecto a esta porque no se pensaba que alguien en otro país se interesara por una cortina de baño, por ejemplo. Sin embargo, ha habido respuesta, nos compran desde Washington, Portugal, muchos lugares, porque no es cualquier cortina de baño, ofertamos diversidad en estos objetos (set de tazas para café, abanicos, platos, sombrillas…), en fin, son útiles para el hogar que llevan plasmada la obra de los artistas cubanos. Vendemos instrumentos musicales, souvenirs, la línea Compay Segundo (guayaberas, sombreros), serigrafías y literatura.

-¿Cuáles son los primeros mercados de la agencia?

-Los mayores compradores provienen de Estados Unidos y no es por la comunidad cubana allí, sino por los propios norteamericanos que gustan de nuestra cultura. También está Canadá y el continente americano de forma general, aunque viene despuntando muy bien Asia como mercado y los países nórdicos.

-¿Qué riesgos o dificultades enfrenta el comercio electrónico desde Cuba?

-Hay tres elementos básicos que garantizan el comercio electrónico: una plataforma competente para vender, las pasarelas de pago y la distribución de mercancías. Lo primero lo tenemos, la plataforma la hicimos nosotros mismos. Lo segundo es el cobro por Internet a través de tarjetas de crédito de bancos internacionales, a los que Cuba no tiene acceso directo. Tenemos que usar empresas intermediarias que saben que están sujetas a riesgos y presiones por causa del bloqueo de Estados Unidos. Nosotros siempre estamos preparados con diversas alternativas para superar esto, pues si no tenemos cómo cobrar habría que cerrar la tienda, pero no podemos dejar que esto pase. Hay que buscar pasarelas de pago alternativas para no parar el negocio.

El tercer elemento es la distribución de mercancías; vivimos en una isla donde todo sale de aquí por aire o mar, preferiblemente por aire para agilizar la transacción. Tenemos servicio postal con Correos de Cuba y servicio expreso por DHL pero este último no llega a Estados Unidos que es nuestro principal comprador.

Para ello debemos acudir a Copa, la cual en los últimos años ha tenido períodos en que ha cerrado. O sea que es un reto garantizar la llegada de los productos a su destino. Nuestros trabajadores se han especializado en embalaje de artículos pues los paquetes están sujetos a maltratos en las aduanas y muchas veces son objetos frágiles. Este es un negocio que tiene sus contras. Aún no tenemos una logística que pueda garantizar al máximo la disminución del tiempo de entrega.

Pero lo primero es que no es imposible hacerlo, hemos demostrado que se puede lograr un desarrollo.

Hay que mantenerse a toda costa porque este es el futuro para no decir que ya es el presente. Incluso en medio de la crisis financiera internacional muchos países como España, por ejemplo, han rebasado la situación gracias a las ventas por vía electrónica con un crecimiento del 40 % aproximadamente. Entonces Cuba debe pensar que ahora cuesta trabajo pero es algo que no se puede abandonar. En este tiempo nos hemos desarrollado, hemos visto un avance a pesar de que implica un problema cultural, pues en Cuba el comercio electrónico no es una forma de vida.

Este es un comercio de Cuba hacia el exterior pues el pago es siempre con tarjeta de crédito, aunque hay muchos extranjeros que han solicitado la compra desde aquí y se facilita la entrega.

-Desde lo económico, ¿cuánto aporta Soycubano?

-En realidad, el año pasado hubo un crecimiento muy grande, entre 90 y 100 mil dólares. Es una cifra buena para nosotros. Esperamos que este año aumente.