En Música y más: Lindo y merecido homenaje a Manuel Galbán
Foto de la autora.
El patio-teatro al aire libre de la Sociedad Cultural José Martí, se hizo chiquito este último viernes para acoger a todos los amigos y admiradores de Manuel Galbán. Este segundo viernes del mes, la peña Música y más, convocada por el conductor y músico Oni Acosta, casi coincidió con el quinto aniversario de la muerte del hombre que se le recuerda –entre otras acciones- por ser el alma armónica del legendario grupo Los zafiros.
En la peña, con igual nombre que el buen programa de televisión, con guión y conducción del propio Oni, actuaron el clarinetista Haskell Armenteros (del grupo Compay Segundo) con jóvenes intérpretes de instrumentos de viento y también estuvo el Coro Infantil Diminuto dirigido por la maestra Carmen Rosa López, entre otros expositores de números antológicos de la música cubana.
Magda Gutiérrez, viuda de Galbán y contertulia habitual de la peña, llevó fotos de distintas épocas de la rica vida profesional de su compañero.
Magda Rosa, Taby, la hija, y Juan Antonio Leyva, el yerno, explicaron los avatares de la grabación del disco Blue cha cha, en que trabajaron juntos los tres músicos y que fue el último en el que intervino el excepcional guitarrista. En una entrevista que le realicé hace un tiempo a Magda y Leyva, ella me dijo “Y una cosa curiosa, a pesar de que mi padre también era músico y convivimos juntos toda mi vida, nunca habíamos trabajado en conjunto. Con Bluechacha cumplimos ese sueño”.
Esta obra agrupa doce temas interpretados, entre otros artistas, por el Trío Esperanca de Brasil; Omara Portuondo, Eric Bibb, Rossa Passos y Ballaké Sissoko, de distintas latitudes, que tenían en común la admiración por un hombre que según los entendidos, más que tocar, acariciaba la guitarra. Taby y Leyva contaron anécdotas mientras se podían ver las imágenes del documental de Ernesto Daranas sobre este disco que fue una suerte de testamento de Galbán.
El guitarrista autodidacta, nacido en Gibara, tuvo un auge en 1998 en su carrera, tras unirse a los miembros de la Vieja Trova Santiaguera y a Afrocuban All Stars. Tiempo después fue llamado por el guitarrista y productor estadounidense Ry Coorder para el proyecto Buena Vista Social Club.
Junto a Ibrahim Ferrer, Omara Portuondo, Cachaito López, Compay Segundo, Eliades Ochoa y El Guajiro Mirabal, entre otros artistas, llevó la música cubana a Europa y Estados Unidos, y ese trabajo mereció un Grammy. Otro reconocimiento similar recibió en 2004 por el CD Mambo sinuendo, fonograma elegido por la revista Town Beat como mejor disco revelación 2003.
Por supuesto, que la peña-homenaje Música y más, no hubiera estado completa sin la intervención de Los Zafiros. Su director Jorge Hechevarría con el tono auténtico del agradecimiento dijo que en cada presentación ellos sienten que Galván está con ellos. Y acto seguido hicieron su mejor acción de respeto: interpretar números antológicos del grupo que signó toda una época y que llevaba (lleva) el alma de Manuel Galbán como arreglista con una armonía singular.
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