Allende en su laberinto, el filme que Littin evitó realizar

En conversación con el público que acudió anoche al Centro Cultural Matta, que auspicia la Embajada de Chile, para la premier en Buenos Aires, Littin compartió que "es muy difícil presentar una película como esta porque son más de 40 años de vivencias acumuladas, que permanecen en la memoria".

"Primero debo decir que no la quise hacer por lo que encierra, como tampoco quise que acontecieran los hechos que narra", se sinceró el realizador también de obras como "La viuda Montiel", "Los Náufragos", "La tierra prometida", "Dawson, isla 10" y "El año del tigre", entre otras.

Comentó que se decidió finalmente a hacer la película "porque llegué a un punto de mi vida en que no podía retroceder, y mirando a Allende desde la perspectiva de 2014, lo vi como un hombre joven, lleno de ímpetu, fuerza, y eso me motivó a recrear esa historia, y el guión salió de mi memoria".

Relató que como no podía producirlo en Chile, llamó a México, Argentina y finalmente Venezuela accedió, e incluso le permitieron usar de set el Palacio Amarillo, una edificación neoclásica que hoy es monumento histórico y sede de la Cancillería venezolana.

Tras el triunfo de Michelle Bachelet, esta entonces autorizó utilizarlo durante dos días y "eso nos permitió chilenizar la película", señaló con un toque de humor.

"Allende en su laberinto", la última realización de Littin con Daniel Muñoz y Aline Kupenheim como protagonistas, revive las últimas horas del Presidente Salvador Allende, junto a sus colaboradores más cercanos, al interior del Palacio de la Moneda, el 11 de septiembre del 1973.

Muestra angustia, desesperación, solidaridad, lealtad, traición, entereza, firmeza de principios, valor, amor. Son todas emociones que se mezclan y se sobreponen a cada minuto en la narración fílmica. El filme describe la cuenta regresiva hacia un desenlace que cambió para siempre la historia de Chile.

Littin, quien además de dirigirlo escribió el guión, explicó que le resultó duro realizar la película porque conoció a Allende personalmente mucho antes de que fuera presidente, desde cuando visitaba su familia que militaba en el Partido Socialista de Chile, y se reunía con su tío.

Allende siempre tuvo la visión de buscar el bien colectivo, y lo sentía con honestidad. "Se superó así mismo, siempre dio un paso adelante convencido de que se podía construir una sociedad mejor, más justa", recordó el cineasta chileno.

"Siempre me llamó la atención la ternura que manifestaba como ser humano. Allende fue auténtico", aseguró Littin, quien lo acompañó durante la campaña presidencial de 1970 como "una especie de asesor de imagen entre comillas", dijo.

Entre otras características del Presidente, el realizador distinguió que tenía un gran sentido del humor y sobre todo coherencia, "y esta lo llevó a defender con gran sacrificio a su país", afirmó.