Pesas rumbo a Río: Lo dijimos hace dos años

En estas mismas páginas, dos años atrás, nos cuestionábamos porqué a los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Veracruz-2014 Cuba llevaba pesistas con pronóstico de plata (que al final se cumplió), en vez de inscribirlos en el Campeonato Mundial en Almaty, Kazajstán, que se celebraba en una fecha cercana a la cita multideportiva.

En específico ejemplificaba con el caso del multimedallista mundial Yoelmis Hernández, sin dudas el principal pesista cubano de los últimos años, y el prometedor joven Yadiel Núñez, a quien los técnicos le auguraban un gran futuro en esta disciplina, pues ambos pertenecían a la división de 85 kilogramos.

Al entonces jefe de entrenadores de levantamiento de pesas, Jorge Luis Barcelán, le trasmitimos la inquietud, y la única respuesta fue que la prioridad eran los Centroamericanos. Por supuesto, la responsabilidad no es de él, son las directivas DE ARRIBA, pero entonces ahora todo el mundo se acuerda de los Juegos Olímpicos, porque no tenemos ningún clasificado.

Claro, si a ese Mundial fuimos con terceras e inexpertas figuras y en el de Houston, el pasado año, con equipo incompleto, no se acumularon los puntos necesarios para obtener boletos estivales.

Por lo bajo, alguien me comentaba que también estaba el “peligro” de que Núñez abandonara la delegación, como hizo al año siguiente, pero lo podía haber hecho también en Veracruz, donde fueron unos cuantos los que tomaron esa opción. Lo cierto es que en Almaty pudo haber aportado mucho más que esa plata centroamericana, totalmente intrascendente.

Ahora entonces estamos corriendo, para en el Campeonato Panamericano previsto del 5 al 12 de junio en Cartagena de Indias, Colombia, salir a buscar dos plazas, una en cada sexo, y para eso se enviaron planteles completos… al fin, pero bastante tarde, diría yo.

Me gustaría decir que esto ocurre solamente en la halterofilia, pero desgraciadamente no es así. Quizás este sea el caso más dramático, porque estaban los boletos disponibles para mandar mejores opciones a Kazajstán, pero el “finalismo” que tanto combatimos en las escuelas nos afecta también en el deporte.

No queda más que desear suerte a los ocho varones y siete hembras que levantarán en suelo colombiano, pero nos queda la insatisfacción de que UNA VEZ MÁS no se actuó con luz larga