Cuba y la Santa Sede: relaciones ininterrumpidas

Cuba y la Santa Sede: relaciones ininterrumpidas
Fecha de publicación: 
21 Marzo 2012
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Dialogar con el Embajador Hermes Herrera Hernández es recorrer la historia de casi 77 años de relaciones entre Cuba y la Santa Sede. En 1935 se establecieron los vínculos diplomáticos bilaterales y se han mantenido ininterrumpidamente. El diplomático cubano nos acerca al proceso de desarrollo y consolidación de estos importantes nexos.

“Lo mismo Cuba que la Santa Sede han sido serios y respetuosos mutuamente y han seguido el principio de no interferencia en los asuntos del otro, entonces desde ese punto de vista se ha podido mantener una relación ininterrumpida que ha ido creciendo, progresando a lo largo del tiempo, hasta el punto de que podamos hablar hoy de unas relaciones excelentes con una comunicación muy fluida, con un espíritu de reciprocidad y de avanzar cada día más en ese plano”, aseguró Herrera en entrevista concedida a Radio Rebelde.

“Yo creo que el resultado es positivo, ha imperado el buen sentido, la comunicación, la convicción de que es positivo que estas relaciones se desarrollen y se consoliden siempre”.

¿Qué importancia le concede Cuba a que estas relaciones nunca se han interrumpido?

“Yo pienso que es importante, en primer lugar, porque la Santa Sede es una institución de alcance mundial, es la dirección de la Iglesia Católica a su escala máxima y desde ese punto de vista no es solo la representación de un pequeño país, sino de un gran conglomerado de fieles que viven en todas partes del mundo y esa entidad tiene un reconocimiento internacional. Cuba es una pequeña Isla, pero que ha mostrado cómo un pueblo puede levantarse contra las arbitrariedades, cómo un pueblo puede aún siendo pequeño luchar por su soberanía, y además puede hacer transformaciones sociales aún con limitaciones importantes de recursos. A la Iglesia no le es ajeno estos hechos sociales, al contrario, la Iglesia propugna su participación en la sociedad a favor del hombre, a favor de la humanidad, y nosotros propugnamos eso mismo, no hay dudas de que tener un objetivo común ayuda al entendimiento y a comprender a uno y a otro, tratar de buscar aquello que permite mayor conciencia para progresar”.

El experimentado diplomático cubano Hermes Herrera tuvo el privilegio de ser Embajador de la Isla ante la Santa Sede desde 1992 hasta 1999. Fue protagonista de dos momentos trascendentales ocurridos a finales del siglo XX que fortalecieron los nexos bilaterales: la visita del Comandante en Jefe Fidel Castro a la Ciudad del Vaticano en 1996, y el viaje a Cuba del Papa Juan Pablo II en 1998.

El Embajador considera que “son dos hechos que hay que ponerlos siempre en un lugar cimero en el desarrollo histórico de las relaciones entre Cuba y la Santa Sede, en primer lugar haber tenido ese contacto directo entre el compañero Fidel y el Papa Juan Pablo II ambos reconocidos internacionalmente como figuras de primera línea y hablarse directamente, sin distancias, ayudó enormemente a que estas dos personalidades sintieran una por otra un aprecio, un respeto, una estima”.

Asevera Hermes Herrera que “la visita a Cuba del Papa Juan Pablo II fue igualmente un momento muy importante que arrasó con muchos prejuicios y demostró que hubo un interés común de un respeto permanente, una intención de que fuera una visita importante para el pueblo cubano y un momento vital para la Iglesia, para el gobierno, para todos”.

¿Cómo aprecia Cuba la postura pública de la Santa Sede de rechazo ético al bloqueo?

“Cuba aprecia muy positivamente esa decisión de la Santa Sede de calificar públicamente al bloqueo como éticamente inaceptable, es una expresión muy categórica y muy firme. Nosotros creemos que ha sido importante que la Santa Sede, que se preocupa de los problemas éticos y morales en sus concepciones haya calificado al bloqueo como tal”.

¿En qué otros temas de la agenda internacional encuentran puntos de coincidencia Cuba y la Santa Sede?

“Hay muchos temas donde hay puntos de coincidencia, por ejemplo el tema de la paz, el desarme, hay puntos de coincidencia importantes en el tema climático, hay temas como el hambre, la pobreza, el tema de los desposeídos, la niñez, toda una serie de aspectos que se discuten en las agendas internacionales donde es muy frecuente encontrar un nivel de coincidencias entre los planteamientos que hacen los representantes de la Santa Sede y los representantes cubanos”.

En su opinión esta segunda visita pontificia a la Isla, ¿qué caminos marcaría en el buen desarrollo de las relaciones entre Cuba y la Santa Sede?

“Esta visita debe constituir también un importante hito en el desarrollo de las relaciones bilaterales, en el desarrollo del acercamiento mutuo entre el pueblo cubano y la dirección de la Santa Sede a través de la presencia del Sumo Pontífice, nosotros somos muy optimistas y creemos que será una manera de que el Papa conozca mejor al pueblo cubano, su cultura, identidad, sus desvelos, su instrucción, su espíritu de unidad, de patriotismo.

Yo creo que eso el Papa lo va a sentir, y desde el plano diplomático no tengo dudas de que será una relación de pueblo con un visitante ilustre, con un visitante que interesa a este pueblo y estoy seguro de que continuará haciendo para que el pueblo cubano pueda seguir adelante y pueda seguir con dignidad”.

El diplomático Hermes Herrera, quien durante ocho años representó a Cuba como Embajador ante la Santa Sede, considera que el pueblo cubano en su diversidad, acogerá al Papa Benedicto XVI con el respeto y la hospitalidad de un pueblo modesto, pero muy unido y digno.

Fuente: Radio Rebelde

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