Árbitros ganan protagonismo en la Champions

El martes, fue desastrosa la actuación del cuerpo de imparciales en el Barcelona-Atlético de Madrid, y el miércoles tampoco estuvieron bien los silbantes en el Wolfburgo-Real Madrid.

Lo más polémico fue sin dudas la expulsión del delantero Fernando Torres en el primer tiempo contra los catalanes, apenas minutos después de poner en ventaja a los colchoneros. Las imágenes mostraron que “El niño” venía sin equilibrio y cayó sobre Sergio Busquets cuando intentó sacarle el balón.

En primer lugar, la falta no fue tan grave porque Busquets terminó el encuentro como si nada, y si esto fuera poco, debieron tomar en cuenta que ya el jugador tenía una amarilla en su cuenta, y otra más dejaba a su equipo en inferioridad numérica, todavía con más de 10 minutos por jugarse en la primera mitad.

Para más desatino, luego Luis Suárez agrede a Filipe Luis en una acción ofensiva y el principal, tras consultar con el asistente porque él no vio la jugada, le saca amarilla. Si ya decidió hacerle caso al juez de meta, entonces cómo perdonar una agresión, que merece la roja directa. Minutos más tarde, Suárez marcó los dos tantos de los blaugranas.

Este miércoles tampoco vieron la luz los de negro. El penal cantado a Casemiro no lo vio ni quien lo pitó (también fue a instancias del asistente), pues claramente el atacante no tenía el balón en su poder y el contacto fue mínimo. Que el Madrid se haya diluido de ahí en adelante es otro tema.

Unos segundos antes Gareth Bale fue derribado en la otra área por Luis Gustavo, quien evidentemente llegó tarde y lo desplazó, después que el galés incluso había hecho contacto con la pelota y quedaba mano a mano con el arquero rival.

Tampoco ayuda al cuerpo arbitral el hecho de que Karim Benzema tuvo que salir lesionado por una patada recibida en el borde del área, que no fue ni siquiera premiada con un tiro libre directo, cuando ese contacto privó al francés de quedarse cara a cara con el portero.

Algunos dirán: son jugadas puntuales, le busco la quinta pata al gato, había tiempo de sobra para reaccionar, pero no, porqué tengo que condenar a un conjunto a defenderse con 10 hombres o ir a remolque, sin merecerlo. A este nivel de fútbol no se pueden conceder ventajas, y desgraciadamente las regaladas ya pudieran dejar a Madrid sin equipos en semifinales de la Champions por primera vez en los últimos seis años.