Miami-Dade: Crisis de sus procesos electorales

Una concejal (comisionada) por su distrito ocho, Daniella Levine-Cava, declaró a ese periódico que anhelan lograr transparencia en sus elecciones.

Ella y su colega Juan Carlos Zapata auspician dos proyectos de leyes dirigidos a frenar la corrupción en esos espectáculos.

“Busco recuperar la confianza pública en las instituciones”, subrayó Levine-Cava.

Un periodista del mismo diario, Sergio Otálora, advirtió que, a pesar del interés porque sus autoridades sean elegidas con limpieza, otra dificultad lo pospuso.

¿Cuál en estos momentos? Una reunión citada para llegar a conclusiones sobre el tema fracasó por no tener la asistencia necesaria de concejales.

Sus organizadores solicitaron opiniones respecto a cómo lograr en su municipio Miami-Dade que las elecciones sean limpias.

Pero de los 13 comisionados que debían asistir solo hubo dos, Daniella Levine-Cava y Javier Díaz, el resto ni se excusó.

Ella confesó después que esta fue su primera experiencia, donde se movía dinero secreto, no sabía quién era su oponente ni quien respaldaba su propia candidatura.

El periodista Sergio Otálora comentó que, por lo general, quienes ocupan cargos políticos en Miami-Dade casi siempre son reelegidos “sin oposición”.

En 20 años, escribió Otálora, solo fracasaron dos comisionados que buscaban retener sus puestos.  

Uno de ellos fue la concejal Lynda Bell, quien no pudo mantener su lugar como representante del distrito ocho.

La sustituyó Levine-Cava, cuya campaña, informaron en Miami, fue una de las más caras en la historia del municipio.

En este momento hay dos iniciativas sobre la mesa, una patrocina que se divulgue la cantidad de dinero procedente de las “contribuciones”.

La segunda busca que las organizaciones caritativas y los partidos revelen las donaciones y el nombre  de quienes las hacen a favor de candidatos o políticos.

Hasta el momento, las organizaciones de beneficencia no están obligadas a revelar la identidad de quienes aportan dinero.

Como por ejemplo, en el caso del hoy defenestrado Marco Rubio, ex aspirante a la candidatura presidencial republicana.

Asimismo una figura que acumuló sucios antecedentes cuando se movió en el ámbito político de la Florida.

Como eso resulta habitual en Estados Unidos, no le impidió saltar al mundo intrincado de Washington donde llegó a ser aspirante a la candidatura presidencial republicana.