Cuba, fiel a sus principios en nuevos escenarios con EE.UU.

Esa ha sido, y será, como asegura un editorial publicado en Granma, el principal diario del país, una máxima que La Habana tiene presente y defiende desde que en pleno ejercicio de su soberanía iniciara la construcción de una nueva relación con Washington.

Tal postura fue reafirmada además por el canciller cubano, Bruno Rodríguez, en una conferencia de prensa a propósito de la anunciada visita a la isla del presidente estadounidense, Barack Obama, entre los días 20 y 22 de marzo, y de las recientes medidas aprobadas por su gobierno con respecto a Cuba.

Dichas disposiciones flexibilizan el bloqueo económico, comercial y financiero que Estados Unidos impone a este país desde hace más de medio siglo, pero según Rodríguez su alcance es limitado y resultan insuficientes.

Muchas prohibiciones y medidas discriminatorias que atentan contra un normal desarrollo permanecen vigentes, explicó.

Con respecto a la visita del mandatario, el ministro de Relaciones Exteriores señaló que será una ocasión importante para identificar nuevos pasos a dar en los próximos meses, como contribución al proceso de mejoramiento de las relaciones bilaterales.

En ese proceso la nación se involucró de forma soberana y en apego a sus ideales de justicia social y solidaridad, puntualizó Rodríguez, quien agregó que sea cual fuere su devenir, no supondrá nunca por parte de Cuba la renuncia a uno solo de sus principios, ni a su política exterior.

Con respecto a esta última, aclaró que seguirá comprometida con las causas justas del mundo y la defensa de la autodeterminación de los pueblos, y que a tono con ello la isla pedirá a Obama que abrogue la orden ejecutiva recientemente renovada, que califica a Venezuela como una amenaza extraordinaria para la seguridad de Washington.

Similares mensajes a los expuestos por Rodríguez están contenidos en el mencionado editorial, que argumenta la inviabilidad de que alguien pretenda que para avanzar en la normalización de relaciones, Cuba tenga que renunciar a uno solo de sus principios o ceder un ápice en su defensa.

No se puede albergar tampoco la menor duda respecto al seguimiento irrestricto del país a sus ideales revolucionarios y antiimperialistas, comenta el texto, que además cita al presidente Raúl Castro cuando expresó que sólo Cuba puede decidir en sus asuntos internos.

La Habana ha ratificado en innumerables ocasiones su voluntad de avanzar en las relaciones con la nación norteña.

Ello, sobre la base del respeto absoluto a su independencia y soberanía, así como al derecho inalienable de todo Estado a elegir su sistema político, económico, social y cultural sin injerencias de ninguna forma.

Su plena disposición a un diálogo respetuoso con el gobierno estadounidense, que permita desarrollar relaciones de convivencia civilizada, ha sido igualmente patentizada en todo momento.

No obstante, tal y como esgrime el citado documento, convivir no significa tener que renunciar a las ideas en las cuales se cree, que en el caso cubano están relacionadas con su sistema socialista, su historia y su cultura, ejes de su Revolución.