Visitar vegas tabacaleras cubanas, tema en Festival del Habano

El macizo tabacalero de San Juan y Martínez representa una especie de Meca de este producto, que los expertos catalogan el mejor de su tipo en el mundo por la triple condición de suelo, clima y experiencia de los productores.

Esos mismos expertos, como el británico Simon Chase, coinciden en que el tabaco cubano tiene un sello distintivo, casi desde sus orígenes: mejor puro artesanal del mundo.

Dicha categoría cuenta con un nombre y, por demás, Denominación de Origen: Habanos.

El desarrollo económico de esta industria tiene firmes orígenes que lo recalcan los historiadores y estudiosos, como es el caso del sabio cubano Don Fernando Ortiz.

Considerado el tercer descubridor de la Isla, tras Cristóbal Colón y el investigador alemán Alejandro D'Humboltd, Ortiz escribió interesantes frases sobre el tabaco cubano, dignas de recordar.

Su libro Contrapunteo cubano del tabaco y el azúcar (1940) constituye uno de los documentos más significativos sobre este producto de tanto reconocimiento mundial.

Así en lo interno como en lo externo, estudiar la historia de Cuba es en lo fundamental estudiar la historia del azúcar y del Tabaco como sistemas viscerales de su economía, indica su frase más significativa relacionada con el tabaco.

Esa tradición está hoy en los campos cubanos, de ahí que una de las visitas programadas y que muchos participantes esperan con denuedo sea ir a las vegas de Pinar del Río.

Se trata de un recorrido por distintas etapas tabacaleras del campo como el despalillo, escogida, siembra, semilleros y casas de secado, donde los asistentes pueden conversar con los productores. La mayoría de esos labriegos tienen negocios familiares de muchos años y tradiciones indiscutibles que otorgan un sello de distinción a este producto.