Tecnologías Digitales: Se necesitan sopas de piedras en cada ciudad

Tecnologías Digitales: Se necesitan sopas de piedras en cada ciudad
Fecha de publicación: 
25 Febrero 2016
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altEste jueves 25 el blog el Cine cubano, la pupila insomne, creado y sostenido por el crítico e investigador camagüeyano Juan Antonio García, cumple nueve años.  Voces de Cuba y de otras latitudes han encontrado espacio en la publicación que esencialmente es polémica.

Ese hecho más el Primer Encuentro sobre Cultura Audiovisual y Tecnologías Digitales en Cuba, son los motivos que me llevaron a formularle a su propulsor unas preguntas  para socializar los criterios que hoy se debaten acerca del mundo digital y su utilización en el mundo actual.

-“Como otras veces he apuntado, se trata de intervenir creativamente desde las instituciones en esos escenarios donde ya fluye de un modo informal ese consumo, un poco en el espíritu de aquel situacionismo que Debord y compañía proponían en el pasado” afirmas en la argumentación del Primer Encuentro sobre Cultura Audiovisual y Tecnologías Digitales en Cuba ¿Cuánto hubo de aporte en ese sentido en este encuentro?

Por el momento no creo que pueda hablarse de contribuciones concretas en la construcción de esa agenda práctica tan ansiada. El encuentro sirvió para delinear un poco mejor el mapa donde hoy es posible localizar los diversos actores que existen en la ciudad (Joven Club, Universidad de Camagüey, Etecsa, Citmatel, entre otros), pero falta establecer una verdadera sinergia, donde quede a un lado la visión de finca que ha dominado al pensamiento analógico en los dos últimos siglos, para construir universos tan inéditos como las herramientas que se usan.

Lo importante es que ya arrancamos con una conciencia un poco más clara del problema al cual nos enfrentamos. Si en el pasado Congreso de la UNEAC todavía no teníamos idea de cómo enfrentar ese fenómeno que salió a relucir, y que la alta dirección del país nos pidió desafiáramos de un modo creativo, al menos ahora ya tenemos a la vista el diagnóstico. Y lo más importante: que ya existe una voluntad política dentro de la ciudad.  

-¿Por qué sopa de piedras? ¿No se podían tragar las intervenciones?

Lo de la sopa de piedras tiene que ver con la conocida fábula de los extranjeros que llegan a un pueblo, y tienen hambre, pero no conocen a nadie, y la gente, como es lógico, tampoco es que regalen la comida. Entonces deciden acomodarse en la plaza pública con un caldero lleno de agua y piedras, y a todo el que le preguntan les dicen que están haciendo una sopa de piedras, la cual podrán probar aquellos que aporten algún que otro condimento. Al final, el plato queda delicioso, porque la gente ha cooperado, y con pocos recursos se ha conseguido algo que nadie había soñado hasta ese momento.

Esta fábula siempre me ha interesado por las enseñanzas que nos deja. Y sobre todo en estos tiempos donde los proyectos de colaboración abierta pueden hacerse realidad gracias al uso creativo de las tecnologías. Lamentablemente, también la sabiduría popular ha sabido describir el lado oscuro de las sopas hechas de este modo. Seguro has escuchado el refrán: “Una de las dificultades que afligen al mundo actual es que hay muchas personas dispuestas a meter su cuchara, pero pocas inclinadas a ayudar a hacer la sopa”.   

- ¿Puedes comentarme de los auspiciadores de este acercamiento a un tema crucial para nuestro sociedad?

Como auspiciadores principales de este primer encuentro hay que mencionar, en primer lugar a la Asociación Hermanos Saíz de Camagüey, que acogió de inmediato la idea. Y luego, aunque casi a la par, a la Dirección Provincial de Cultura en el territorio. Quiero hacer énfasis una vez más en que organizamos este encuentro, y sobre todo su Taller de experiencias, con el fin de reforzar el papel de ente rector de nuestro sistema institucional. Ninguna de estas aspiraciones de ciberalfabetización de la sociedad se harán realidad si no hablamos de ellas desde lo que se supone sea una política pública, es decir, desde la intervención del Estado con sus instituciones en estos nuevos escenarios.

-En tu “tercera taza” sobre el encuentro afirmaste “es precisamente el potencial innovador que existe en la ciudad, distribuido en las más diversas instituciones y creadores por cuenta propia” ¿puedes ampliar sobre esta afirmación y que pueden aportar los jóvenes que trabajan hoy por cuenta propia a nuestra cultura?

Organizamos el Taller de Experiencias dentro del encuentro concibiéndolo como una gran tormenta de ideas. Recuerda que todo el tiempo hemos estado hablando de estimular desde las instituciones el uso creativo de las tecnologías que tenemos ya en nuestras manos. Es decir, no estamos pidiendo importar dispositivos sofisticados, o que nos garanticen el acceso generalizado a Internet (lo cual será importante resolver, pero que no es lo que nos va a solventar el gran problema del analfabetismo tecnológico que ahora mismo tenemos en el país). Y en este sentido lo que nos interesaba era concebir un espacio donde las tres acciones fundamentales fueran aprender, escuchar y compartir.

Yo creo que para ser el primer encuentro funcionó bastante bien, pese a que me hubiese gustado asistir a propuestas concretas de alianzas prácticas. Pero no se pueden cambiar los esquemas mentales en horas, ni en días, ni en dos o tres años. Por lo que pudimos ver allí, los que intervinieron tienen talento, y ganas de soñar, que en este terreno es importantísimo, pero falta el ente institucional capaz de garantizar una plataforma aglutinante a la vez que irradiante. Un ente que no esté respondiendo a los intereses grupales, sino a los intereses de la comunidad de la cual formamos parte en esta época. Por eso es tan importante que la AHS y el Sectorial de Cultura hayan tomado de la mano el asunto, y propicien el intercambio colectivo.

A mi juicio sería un error intentar marcar fronteras entre las instituciones y lo que hacen los no estatales. En todo caso ahora los distingue la cuestión legal, que tarde o temprano tendrá que tomar en cuenta a todos estos creadores que están más allá de las instituciones, pero a los efectos del uso creativo esas diferencias no existen. Y las contribuciones del sector privado (muchos de ellos se han graduado en la UCI) podrían ser sencillamente imprescindibles.

-Bueno y pronto estarás (estaremos) de cumpleaños en la Pupila ¿dime cuál es tu mayor satisfacción en este lapso?

La verdad es que, como te imaginarás, en estos nueve años de existencia del blog Cine cubano, la pupila insomne las satisfacciones han sido muchas. Estas satisfacciones son las únicas que, a la larga, estimulan que uno siga enfrascado en mantener abierto el espacio.

En lo personal, me hace sentir muy orgulloso el interés que ha despertado el sitio. Desde el respaldo académico que le brinda la Universidad de Tulane en Nueva Orleáns, hasta el hecho de ver cómo es citado en tesis, investigaciones y libros referidos al cine cubano. Creo que esto no es muy habitual que suceda con los blogs. Y también me sorprende que ya varias personas me han comentado que tienen en sus computadoras carpetas con los archivos que le van llegando a sus correos.  

Claro, aquí juegan un papel fundamental los amigos que han estado contribuyendo a lo largo de todos estos años. Pienso que al margen de lo discutible que puedan ser los criterios expuestos, y de hecho en el blog hemos tenido muchísimas polémicas, hay un interés compartido por dejar a un lado la confrontación estéril. A mí como rector lo que me interesa fomentar es el debate a través del cual podamos aprender todos. 
 
- ¿Qué diferencias existen entre el primer blog  y el actual?

El primer blog, como le dices, nació el 25 de febrero del 2007 al calor de la llamada “guerrita de los emails”. Surgió con un perfil claramente catártico y polémico. No es que ahora me preocupe menos la intervención intelectual en la esfera pública, y entre mis grandes intereses sigue destacándose precisamente el fomento de la cultura del debate.

Pero se han incorporado otras aspiraciones, entre ellas, la de convertir al sitio en una suerte de repositorio. Es decir, me interesa incorporarle un sentido más académico, y más creativo en lo que a producción intelectual e investigativa se refiere. Veo el blog como una suerte de proyecto de escritura colectiva y colaboración abierta. En el momento de responderte este cuestionario podemos contabilizar 1959 entradas. Esa cifra (casi 2000 artículos o posts) lo convierte en una modalidad de enciclopedia del cine cubano, algo impensado en la primera etapa.  

- Y el futuro de tu (nuestra) revista ¿Cómo lo ves?

Más que en un futuro que uno tiende a idealizar, prefiero pensar en el aquí y el ahora del blog. Me gustaría que las personas siguieran pensando en el sitio no como el espacio donde todos vamos a estar de acuerdo con lo que se expresa, sino como un lugar donde se respeta a los individuos que expresan sus diferencias, aunque las ideas sean discutidas o impugnadas con vehemencia, y muchas veces, desmedida pasión. Cuidando el presente de ese modo, es posible que en el futuro los que lleguen encuentren algo de utilidad en esto que ahora nos esforzamos en pensar en nuestro café virtual. 

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