ESTRENOS DE CINE: Café amargo

Aunque pudiera suponerse en una primera lectura que Café amargo se trata de un filme histórico, con insistencia en lo épico -gran parte del filme sucede en la Cuba rural de los años cincuenta-, la cinta indaga mucho más sobre asuntos humanos que sobre contiendas políticas.

Producida de manera independiente en zonas intrincadas de la Sierra Maestra, Café amargo es el primer producto audiovisual de ficción del realizador Rigoberto Jiménez. Por su ahondamiento en pasiones humanas como son el miedo y soledad –siempre desde un punto de vista femenino- y por esa sensación de enclaustramiento perenne, la cinta recuerda a la memorable puesta teatral La casa de Bernarda Alba, de Federico García Lorca.

El argumento de Café amargo, cinta que al principio se pensó nombrar Al borde del río, se basa en un documental que hizo el mismo director para la Televisión Serrana. Este era un producto audiovisual que trataba la vida de cuatro hermanas que vivían en la Sierra alejadas, por decisión propia, de todo contacto con la civilización.

En los roles protagónicos de Café amargo Rigoberto Jímenez optó por colocar a cuatro actrices granmenses. La cinta les valió a todas la nominación en la modalidad de actuación a los Premios Caricatos 2015. Estas son Yudexi de la Torre, Yunia Jerez, Janet Batista y Venecia Lanz.

También integran el elenco de la cinta el joven actor Carlos Alberto Méndez, así como las actrices Adela Legrá, Oneida Hernández, Mirelys Echenique y Coralia Veloz.

La mayor parte de la producción audiovisual cubana en los últimos años padece de Habana-centrismo. Cuba es amplia y diversos son sus personajes y entornos. Pero el cine de la Isla no suele mostrarlo; tan solo se agrupa en torno a historias capitalinas.

De ahí el primer y más grande mérito que pauta Café amargo. La película tiene como palestra a la Sierra Maestra y como centro de esta a la mujer, pero no a la que acostumbra mostrar el cine cubano de las últimas décadas, sino a una rural, con aspiraciones y anhelos que difieren bastante del universo citadino.

La mujer de los campos cubanos también tiene sus dosis de universalidad; forma parte de la cultura cubana, por muy poco que se mencione.

Otro mérito de la cinta es revelar la belleza de los campos del oriente del país, lo que sirve para dar a conocer que, más allá de esa archiconocida Habana, existe otra Cuba.