Liga Superior de Básquet: Viendo los toros desde la barrera junto a Miguel Calderón

Hablamos de todo con una fluidez semejante a si estuviésemos orquestando un contragolpe en los Juegos Olímpicos de Munich 1972. Uno letal como estocada que ensartó aquel mítico bronce esculpido a sangre y fuego, con victoria tatuada en la historia de 66-65 sobre Italia…

La del miércoles pasado fue una tarde de remembranzas pues el Capitalinos actual, comandado por Raynel Panfet, se impuso 70-66 a Artemisa haciendo aguas, división de honores que intentará repetir mañana frente al líder Villa Clara (14-5 y 33 puntos) quien ya le asestó un primer zarpazo a domicilio 68-64 en la Mariposa del Fajardo.

Claro, que ni por asomo los enfrentamientos semejaron aquellos de tiempos en que se saturaba de público efervescente la polivalente Ramón Fonst o el Coliseo de la Ciudad Deportiva, de cuando la Liga en postemporada llegó casi a desplazar en preferencia a partidos de béisbol sin mucha notoriedad.

Tiempos de los hermanos Herrera, el helicóptero Vázquez, el flecha amaro, el zorro Casanova, el Jet Matienzo, el pollito Díaz, el ninja Caballero, Sergio, el tigre Ferrer, y Juan Ramón, furia Lara… y de otros tantos jugadores emblemáticos, capaces de unirse y bajo la propia guía de Calderón eslabonar una cadena de tres títulos en certámenes Centrobásquet (a partir de 1995), incluida aquella batalla épica en el coliseo de la cual emergimos airosos 67-63 ante Puerto Rico, en 1999.

“Eran otros tiempos. Primeramente contaba con una cantera de jugadores muy profunda. Imagina que tuvimos que congeniar con la comisión de béisbol y el ICRT, para alternar nuestras transmisiones y ajustar el calendario de ambos certámenes. Hoy me vez sentado en esta esquina observando, sin muchas emociones, pero latiendo baloncesto, que siempre ha sido mi vida.

“Sucede que el resto del mundo continuó desarrollando sus sistemas y nosotros definitivamente como que nos detuvimos en el tiempo. Analizando este choque saltan varios elementos: en el baloncesto moderno es tan importante saber jugar sin el balón, como con él, no se dribla en exceso, las jugadas de pick and roll (pantalla y corte) prácticamente se han convertido en imprescindibles en cada una de las jugadas.

No cuestiono el librito de cada entrenador, pero bajo mi mando, los jugadores internos no culminaban las rotaciones en el perímetro. La zona pintada es su hábitat y allí tienen que generar opciones, buscar espacios e intentos de tiro al aro. Precisamente por eso esa se conoce como la zona de restricción, pues se les dificulta la maniobrabilidad a los más pequeños”, profundizó.

Otra cuestión desnudada por Miguelito versó sobre los niveles de efectividad de nuestro clásico: Los partidos se ganan con canastas. Puedes ser hermético en defensa, pero si tus transiciones ofensivas carecen de precisión, pereces”.

Ciertamente, no solo a nivel de Liga, sino igualmente en la arena internacional, nuestros elencos varoniles han carecido de argumentos ofensivos, y en consonancia de efectividad. En la actual campaña del clásico del patio, varias piezas claves de distintos elencos fungen en torneos foráneos bajo la política de contratación o convenio entre federaciones. Son los casos de Jasiel Rivero, Javier Jústiz, Yoan Luis Haití, William Granda, Lisván Valdés, y Orestes Torres.

Esa inserción de cualquier manera es favorable: en lo individual los pone en contacto con otras visiones, les incorpora volumen de partidos de diferente rigor cualitativo, y a su retorno a Cuba, esa imbricación siempre deja saldo positivo.

Algunos han podido dar pequeñas contribuciones a sus respectivas armadas, en tanto otros, como Jústiz, Rivero y Valdés, no pisarán los tabloncillos antillanos en la actual campaña, en la cual colectivamente se tira de dos puntos para el 47%, los triples andan fijados en 27%, famélico 61% es la media desde la línea de los suspiros, y la relación asistencias-pérdidas exhibe un desalentador 1 543-2 527.

Semejante panorama coloca a la escolta de los lobos villaclareños, precisamente a Capitalinos (11-6, para 28 unidades), Ciego de Ávila (12-3, y 27), y Pinar del Río (7-11, además de 25 rayas) en calidad de cuatro posibles agraciados semifinalistas a falta de cuatro subseries oficiales. Sucede que igualmente varios elencos tienen fechas pendientes en su calendario.

Definitivamente la tarde del miércoles pasado no fue común. Aproveché la compañía del Migue para ampliar mi visión, solo que me cuesta pensar por qué en este minuto su sapiencia no se aprovecha y se conforman muchos con verlo radiografiar a los toros desde la barrera.