Disco cubano: Yaimé Pérez puso de cubana y 'rusa' a sus 68.86 metros

Es cierto, el disco femenino cubano tardó para establecerse en la élite de rendimiento como parte de los Campeonatos Mundiales de atletismo, que iniciaron en 1983 y no vieron a una antillana escalar al podio de premiaciones hasta la edición de Osaka 2007.

Sucede que desde entonces por cuatro ediciones ininterrumpidas Yarelis Barrios, y luego Denia Caballero (69.28 metros) con la primera corona en la cita de Beijing 2015, se han encargado de infundar temor en las rivales de cualquier latitud, incluida la mismísima croata Sandra Perkovic.

En el panorama olímpico la realidad no difiere mucho: Maritza Martén (70.06) se coronó en Barcelona 1992 y el impasse posterior se prolongó hasta Beijing 2008, cuando la propia Yarelis dejó su impronta de plata en Beijing al disparar 63.64. Entre hombres Luis Mariano Delís fue pionero, con plata del orbe (67.36) en Helsinki 1983; y bronce (66.32) en Moscú 1980. Roberto Moya (64.12) repetiría esa ubicación en Barcelona 1992.

Pero vayamos a nuestros días, y al duelo enconado que sostienen la mencionada titular del orbe Denia Caballero con la indómita Yaimé Pérez. Ambas tienen sobre sí las miradas del resto de las discóbolas de la cúspide del orbe, máxime cuando en plena etapa especial pusieron sus implementos a volar en órbitas respetables, con muestras de estabilidad.

La santiaguera de 24 años Pérez, discípula de la otrora estelar Hilda Elisa Ramos, con 1.75 metros de estatura y 78 kg de peso selló su secuencia con astronómico 68.86 que quebró su anterior cota personal de 67.13. Pérez carburó en cada nueva incursión. Tras su foul inicial estampó registros de (62.71-65.72-62.69-65.90 y los 68.86 dorados).

Denia le exigió en sus tres intentos iniciales válidos (65.61-65.49 y 67.53), en tanto Yarelis (59.17) concluyó tercera. Las tres están centradas en su cruzada rumbo a la Ciudad Maravillosa y la presente etapa preparatoria culminará en marzo venidero con la celebración de la Copa Cuba. De materializar su presencia Barrios, algo que no dudo, sería la tercera oportunidad que Cuba acude al panorama de los cinco aros con tres damas de hierro: ese mismo tridente ya estuvo en Londres 2012, en tanto a Maritza Martén la acompañaron en la ciudad Condal Hilda Elisa Ramos (sexta) y Bárbara Hechevarría (escaño 15).

Yaimé ha dado muestras de progresión desde que ingresó en la preselección nacional en el 2008: esa temporada logró 51.80; elevaría su marca 12 meses después hasta 55.23, acuñó 59.30 en el 2010 y puede considerarse la temporada siguiente como la de una ligera meseta 59.26. Iniciaría entonces su despegue de relieve con 62.50 en el año de Londres, 66.01 en 2013, dos centímetros más atestiguaría el 2014, los 67.13 del pasado año le valieron la tercera plaza del escalafón del orbe, y ahora inició el 2016 con el pie derecho y un nuevo tope.

Descuella por su fuerza pura y la potencia que le imprime a la segunda mitad de su secuencia de giros. Por mejorar le queda su coordinación en la primera etapa, el ángulo de salida del brazo y la postura del tronco.

Denia, de 25 abriles, 1.76 metros y 81 kg, también tuvo como punto de partida la campaña del 2008, avalada por  52.10. Sucederían en el lapso de 12 meses disparos anuales cimeros de 57.21-59.92-62.94-65.60-63.47-64.89 y 70.65 el 20 de junio último en Bilbao.

Saque usted sus propias conclusiones en materia comparativa.

OTROS DESTELLOS AL ESTE

De vuelta a lo acaecido en el control del Estadio Panamericano, otros rendimientos interesantes dejaron a los triplistas Liadagmis Povea y Leslie Caesa, y el saltador de longitud Juan Miguel Hechevarría en calidad de protagonistas. Povea clavó sus pinchos en 14.33, sus seis saltos superaron los 14 metros, incluso, logró estirón de 14.54 en el epílogo con viento no válido de 2.7 m/s. El juvenil Caesa llegó a 17.15; en tanto el también novel Hechevarría avanzó hasta los 8.15 sobre la arena, con aire en exceso favorable ambos, y marca esta última que también posee su coequipero Maykel Massó, segundo con 7.34.

También pueden catalogarse de positivos, amén de no recalar en la notoriedad suprema, los rendimientos del discóbolo Jorge Fernández (63.31) y el martillista Roberto Janet (75.86), este evidenciando dominio técnico y consistencia al no cometer falta alguna y concretar sus seis envíos sobre 74 metros.

La balista Yaniuvis López impulsó su implemento hasta los 18.06 metros, aún bien distante de la élite del orbe, y el vallista corto de 20 años, Roger Iribarne, venció los 110 metros en 13.84.

Continuamos con los 21.34 segundos de YoandysLescay en el doble hectómetro, prueba que venció para buscar potencia pues su distancia fuerte la constituye la vuelta al óvalo.

Cierro con los liderazgos del escalafón universal en modalidades donde los nuestros han descollado en los últimos dos ciclos: el triple masculino y femenino lo comandan por ese orden Alexis Copello (16.99, no compite por Cuba)  y la venezolana Yulimar Rojas (14.69) por ese orden; en los 60 c/v varoniles regentea el francés Dimitri Bascou, luego de llevar en Berlín el pasado sábado el tope de su nación hasta 7.41 segundos, mitin en el cual el antillano Yordan O'Farrill (7.72) no pasó de preliminares.

La pértiga tiene en la cima a la estadounidense Jennifer Suhr (5.03), flamante recordista universal bajo techo, y al canadiense Shawnacy Barber (6.00); en tanto la longitud lleva el nombre momentáneo del también representante de Estados Unidos, Marquis Dendy (8.38).