Resaltan en Rusia encuentro del Milenio entre el Patriarca y el Papa

Las pláticas celebradas en Cuba por el patriarca Kirill y el papa Francisco, y la firma de una declaración conjunta, ingresaron a la historia como el encuentro del Milenio, el acontecimiento más importante hoy en el Cristianismo.

El diálogo que sostuvieron durante casi dos horas los primados de la iglesia ortodoxa de Rusia y el Sumo Pontífice, la víspera en La Habana, acaparó todos los espacios televisivos de los principales canales y las portadas de periódicos.

El suceso no cedió a otros eventos de relevancia internacional que coincidieron en la semana que concluye hoy como la reunión en Múnich del Grupo de Apoyo a Siria, donde se concertó un plan de alto el fuego, y el inicio de la Conferencia anual sobre Seguridad global.

Lo trascendental del acontecimiento fue que se haya realizado el encuentro este 12 de febrero entre los líderes de las dos principales iglesias cristianas, que nunca ocurrió antes, afirmó el metropolita Volokolamsnki Ilarión.

El llamado Gran Cisma de 1054 que separó a las iglesias cristianas de Occidente y el Oriente fue un largo y complejo proceso de divisiones y conflictos entre Roma y el patriarca ecuménico de Constantinopla, cuando aún el Patriarcado Moscovita no existía como iglesia independiente.

Según declaró el jefe del Departamento de Relaciones Exteriores de la Iglesia Ortodoxa de Rusia en exclusiva al canal Rossiya 24, la reunión entre los dignatarios se preparó en condiciones muy complejas.

Una situación mundial complicada y crítica forzó el no aplazamiento de ese encuentro, aunque subsisten discrepancias de enfoques acerca de una serie de problemáticas, puntualizó Ilarión.

Resaltó que el patriarca Kirill y el Obispo de Roma se "saludaron como hermanos" y conversaron en una atmósfera amistosa y de hermandad.

Tras intercambiar las firmas en la declaración conjunta suscrita en el habanero aeropuerto José Martí, el patriarca de Moscú y de Toda Rusia aseguró que las dos Iglesias podían trabajar de manera activa en la defensa de los cristianos en el mundo con plena responsabilidad "para evitar la guerra y sea respetada la vida humana".

El papa Francisco agradeció, a su vez, a Kirill las muestras de humildad y los esfuerzos que demostró para hallar la unidad.

La prensa rusa destaca que los 30 puntos de la declaración recogen no solo el dolor y las preocupaciones comunes de las dos Iglesias, sino de todo el mundo. Por ello, los dignatarios llamaron a Europa a preservar la fidelidad a las tradiciones cristianas y a no permitir la guerra.

Instaron los primados a coadyuvar por lograr la paz mediante el diálogo en el Medio Oriente y prestar ayuda humanitaria a las poblaciones necesitadas y a los refugiados. Fue una voz única no solo en defensa de los cristianos, sino contra el sufrimiento de cada víctima de la violencia, subraya la prensa rusa.

Temas internacionales de envergadura como la situación en Iraq, Siria y en Ucrania fueron esbozados en el documento, como epicentros de conflictos, violencia y baños de sangre, unido a la amenaza del terrorismo.

El metropolita Ilarión destacó igualmente el llamado de los líderes religiosos al cese de la confrontación en Ucrania, al papel de la Iglesia de ese país en el logro de una concordia nacional, y a que el conflicto sea solucionado por la vía pacífica.

Kirill dejó sentada su voluntad para dialogar con la máxima jerarquía católica, cuando expresó que no había obstáculos para organizar otro encuentro.

El líder del Patriarcado Moscovita prosigue hoy su vista pastoral a Cuba, la primera de esa naturaleza desde su entronización en enero de 2009.

Mañana tomará rumbo a Paraguay para una estancia de dos días y luego hará en Brasil su última escala del periplo latinoamericano que concluirá en Sao Paulo, el 21 del mes en curso.