Gabriel Ripstein apuesta por un cine diferente

Aunque el tema analizado en la cinta no tiene nada de novedoso, porque refleja un problema social tan antiguo como es el tráfico de armas entre México y Estados Unidos, sí muestra una forma diferente de hacer cine, pero sin olvidar lo tradicional.

En un mundo saturado por los audiovisuales estadounidenses, Ripstein realiza un profundo análisis y lejos de buscar culpables ilustra diversos episodios marcados por la violencia.

Mediante la cámara en mano, recurso obsoleto para casi todos los realizadores contemporáneos, el cineasta apuesta por el espectador inteligente que se sensibilice con la trama de una película real y sin adornos.

Los silencios entre los personajes, unidos a los aislados diálogos, retratan una sociedad que pide identificación a los menores para comprar cigarros y asiente sin preguntar detalles cuando estos adquieren un arma de fuego para uso personal.

La película 600 millas tiene a Tim Roth en el rol protagónico, actor británico conocido por su trabajo en los filmes Reservoir Dogs, Four Rooms y Pulp Fiction.

Roth interpreta a un agente encubierto de Estados Unidos, que bajo la apariencia de una persona comprensiva y amigable, cambia la vida de un joven traficante mexicano (Kristyan Ferrer).

Con un final inesperado, algo característico en la cinematografía latinoamericana, la cinta dirigida por el hijo del realizador Arturo Ripstein constituye la propuesta de México a los Premios Oscar en la categoría de Mejor Película Extranjera.

El largometraje compite también en el apartado de Ópera Prima del XXXVII Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, previsto en la capital cubana hasta el próximo 13 de diciembre.