Nuevo Herald: Falsedades e inexactitudes contra Cuba

Empezó escribiendo que, marcados por el miedo, los artistas de la isla han terminado por ignorar la realidad.  

Su comentario, firmado además por Marsha Harper, dijo también que, a lo largo de este medio siglo negro, ahora se puede estar, incluso, “contra la Revolución”.

¿Acaso decir algo como eso no niega sus afirmaciones contra el “infierno” castrista que describe?

Pero lo mejor viene a renglón seguido. No tiene a menos hacer suyas invenciones carentes de un  milímetro de credibilidad.

Como por ejemplo cuando todavía menciona “la rebelión campesina del Escambray”, que la CIA montó en el siglo pasado camino hacia su invasión de Bahía de Cochinos (Girón), en abril de 1961.

¿Dicen algo al señor Andrés Reynaldo los nombres de dos adolescentes, Manuel Ascunce Domenech y Conrado Benítez?

Ambos, capturados por bandas que comandaba la CIA en momentos que alfabetizaban a campesinos del Escambray, luego de ser brutalmente torturados fueron asesinados por “comunistas”.

Pero el colega Reynaldo no se detuvo ahí, también aseguró que en la nación caribeña son perseguidos los creyentes religiosos y los homosexuales.

Aquí habría que decir, a contrapelo de la tradición, no lo perdones Dios mío, él sí sabe lo que hace.

Su esquizofrenia política lo empuja incluso a escribir que tales polvos reposan bajo la alfombra.

Todo, según él, tratado con una óptica que evada problemas en aras de justificar “a la dictadura” de los Castro.

Pero la culpa mayor no recae sobre los Andrés Reynaldo, él es solo una pequeña tuerca de la gran maquinaria creada para mentir con cada amanecer.

Baste leer al Nuevo Herald o  Diario las Américas, consagrados a distribuir embustes o medios embustes contra Cuba.

Hace días, semanas y meses que han desatado una tenebrosa campaña contra Venezuela y su actual proceso electoral, parte inseparable de la embestida que encabeza Washington contra todo lo decente y progresista que hay en esta régión.

Devienen así muestra inequívoca de lo más abominable que exhibe el periodismo americano en esta parte del mundo.

Los más grandes valores artísticos e intelectuales de Cuba se mantienen firmes junto a esta, como acaba de reafirmar el  Segundo Consejo Nacional de la UNEAC.

Y eso molesta a los pigmeos morales que como el señor Andrés Reynaldo alivian su frustración ladrando a la luna.