La Habana: ciudad escenario

Esta noche abren los telones del XVI Festival de Teatro de La Habana, una de las más importantes citas de las artes escénicas de la región. Con toda seguridad, la que más compañías extranjeras convoca, hasta el punto de que en ocasiones ha primado la cantidad sobre la calidad.

Francamente, ese no parece el panorama de este año, porque entre la treintena de espectáculos que están programados, hay más de uno que suscitan interés, teniendo en cuenta la contundencia de las compañías y el volumen de críticas y recomendaciones con que llegan a esta capital.

Obviamente, en el teatro y en todas las artes no hay conclusiones absolutas, pero nos permitiremos hacer algunas recomendaciones, propuestas que un amante del teatro no debería dejar pasar. Advertimos: puede que haya algunas buenas sorpresas que no incluyamos en esta lista. Afortunadamente, en estos encuentros funciona a las mil maravillas la dinámica de la información de boca en boca.

Charenton

Teatro Buendía está cumpliendo treinta años y es objeto de un homenaje especial en este Festival. Hace algún tiempo que la compañía que dirige Flora Lauten no estrena, pero para la apertura oficial de la cita, este jueves a las 8:00 p.m., ha reservado uno de sus más hermosos espectáculos de los últimos tiempos: Charenton, a partir de la obra Marat/Sade, de Peter Weiss.

(Por cierto, a partir de esa misma obra el célebre director británico Peter Brook, otro de los homenajeados del Festival, realizó una versión cinematográfica en 1967).

Teatro de atmósferas, ambientado en los tremebundos años de la Revolución Francesa, la pieza se erige en metáfora que trasciende los ámbitos que recrea. El entramado es pródigo en imágenes, de fuerte carga poética y singular plasticidad. Obviamente, el elenco está casi totalmente renovado.

Ayer dejé de matarme gracias a ti Heiner Müller

Los amantes del teatro menos convencional pueden disfrutar en la Sala Tito Junco un montaje de la compañía alemana Teatro Konstanz del texto Ayer dejé de matarme gracias a ti Heiner Müller, del dramaturgo cubano Rogelio Orizondo.
La pieza, que ganó el Premio de la Crítica Literaria en 2012, es el resultado del proceso de trabajo del autor junto a un grupo de estudiantes de actuación del Instituto Superior de Arte.

Se trata en definitiva de establecer un laboratorio, con carácter confesional. Se representa el diálogo de un joven dramaturgo con su generación y con la tradición teatral, pasando por grandes hitos como Stanislavski, Shakespeare, Müller y la dramaturgia alemana contemporánea.

La cita: viernes 23, sábado 24 y domingo 25, siempre a las 8:30 p.m.

Glory Box

Cabaret, en su más alocada y pirotécnica representación, es la propuesta de Finacune and Smith (Australia) en el Copa Room del hotel Riviera. La compañía hace una apabullante presentación del espectáculo Glory Box:
“Es la evolución de La Revoluciόn. Eróticamente cargada, actos monstruosos y electrizantes que empuja un tenedor en la tostadora del cabaret, circo, burlesque y el performance”.

La cita siempre a las 11 de la noche, desde el viernes 23 hasta el martes 27.

Harry Potter: se acabó la magia

Carlos Díaz ha demostrado que asistir a uno de sus work in progress es una experiencia enriquecedora, sobre todo porque la puesta resultante de ese proceso es muy probable que crezca de maneras insospechadas. Eso pasó con Antigonón y puede pasar también con su más reciente propuesta, con tan atractivo título: Harry Potter: se acabó la magia.
En la sede de Teatro El Público, la sala Trianón, domingo 25 y lunes 26.

Mecánica

Los que no han podido disfrutar del más reciente estreno de Argos Teatro tendrán varias oportunidades de apreciarlo. Puede ser también ocasión para revisitar una pieza de ejemplar limpieza, muy al estilo de su director Carlos Celdrán (que por cierto, es también el director artístico del Festival).

Inspirado en la célebre Casa de Muñecas de Ibsen, pero invirtiendo los roles, el texto de Abel González Melo deviene crónica incisiva de nuestra realidad.

Del viernes 23 al domingo 25, y del miércoles 28 hasta el domingo 1 de noviembre, en la sede de la compañía.

Villa

Hace algunos festivales, una puesta cautivó a los espectadores: Neva, de Guillermo Calderón. Ahora el chileno Teatro Playa presenta otro espectáculo de este creador, Villa, que transitará por uno los temas que ha marcado buena parte del teatro en el sur del continente: las repercusiones terribles de las dictaduras.

La compañía resume así la puesta: Tres mujeres evalúan distintas propuestas sobre qué hacer con Villa Grimaldi, un centro de tortura y exterminio de la dictadura de Pinochet. Durante 70 minutos, los personajes debaten alrededor de un escritorio, reflejando las disyuntivas actuales de los organismos de derechos humanos sobre el presente de los espacios vinculados a la violencia de Estado.

Con escasos recursos escénicos utilizados de manera muy potente, la obra resulta una reflexión desde el terreno simbólico, el teatro, sobre el peso de los signos y las responsabilidades y fantasmas de quienes tienen la tarea de decidir cómo elaborar el pasado.

En la sala Adolfo Llauradó, a las 7:00 p.m., del miércoles 28 al viernes 30.

El irrepresentable paseo de Buster Keaton

“Tiernísimo diálogo para actores, objetos y artefactos, inspirado en el texto original de Federico García Lorca, escrito en 1928”, así define Teatro de las Estaciones su propuesta para adultos en este Festival.

La compañía que dirige Rubén Darío Salazar aseguran que los títeres han sido su principal vía de expresión, una ruta que han andado alejados de cualquier purismo, de  cualquier criterio absoluto e inamovible.

“Lorca y su teatro, que es a la vez el espejo de su propia vida, junto a sus  elucubraciones titiriteras, ha estado siempre en nuestra frecuencia creativa. Por eso sentimos tanto beneplácito en redescubrir El paseo y convertirlo en El irrepresentable paseo de Buster Keaton, con todos los valores y características de este texto que sabemos mezclado con recursos cinematográficos, más su aliento poético y dramático que raya con lo irreverente, junto a una marcada tendencia hacia la vanguardia de su tiempo y a la de este tiempo, ambos tan parecidos en temores, absurdos e incomprensiones”.

Sala Raquel Revuelta, martes 27 y miércoles 28, 8:30 p.m.

La victoria sobre el sol

Una “ópera futurista” llega desde Rusia, interpretada por la Compañía Teatro y Danza Stas Namim. Con música de Mijaíl Matiushin y libreto de Alekséi Kruchónyj, el montaje original se estrenó en 1913, en el Luna Park de San Petersburgo.
Aquella primera representación fue organizada por el grupo artístico Soyuz Molodyozhi. La ópera se pretendía que subrayara los paralelismos entre el texto literario, la partitura musical y el arte de la pintura, y presentó un elenco de personajes tan extravagantes como Nerón y Calígula en la Misma Persona, Viajero a través de Todas las Épocas, Persona al Teléfono, Los Nuevos…

El público reaccionó negativamente e incluso con violencia ante el estreno de 1913, pero ya sabemos que un siglo pone las cosas en su lugar.

En el teatro Mella, a las 8:30 p.m., jueves 29 y viernes 30.

Cenicienta

Será sin dudas el gran acontecimiento escénico de esta edición. El Ballet de Montecarlo presentará una de sus más aclamadas piezas: Cenicienta, estrenada en 1999 con coreografía de Jean-Christophe Maillot.

A partir del célebre cuento y sobre la música de Prokofiev, el ballet despliega —según la nota de presentación— “un gran libro de imágenes, con acentos familiares e insólitos” y con una estética sofisticada.

Las funciones tendrán lugar el 30 y el 31 de octubre, y el 1ro de noviembre, siempre en la sala Avellaneda del Teatro Nacional de Cuba.