Freddie Mercury resucita en Cuba

Estrenado en 2005, el unipersonal toma forma en el actor Georbis Martínez, distinguido por sus dotes histriónicas en el teatro.

El actor Georbis Martínez

 
No será la primera vez que Martínez encarne al astro del rock, pues hace 10 años alternó ese privilegio con Omar Franco, quien además de humorista tiene carrera como actor dramático en las películas Penumbra, del cineasta Charlie Medina, y Pablo, del realizador Yosmani Acosta.

La sede del grupo de teatro El Público, que dirige Carlos Díaz, acogerá nuevamente la puesta en escena los días 9, 10 y 11 de octubre.

Considerado uno de los mejores narradores latinoamericanos del momento, Estévez comenzó a tejer la historia después de conocer detalles de la vida de Mercury, interés que lo llevó a convertirse en admirador de su obra.

En conversación con Prensa Latina, el escritor, reconocido con el Premio de la Crítica Cubana (1999) y el Premio al Mejor Libro Extranjero en Francia (2000) por su primera novela, Tuyo es el reino, confesó que la influencia de unos amigos cercanos condicionó en gran medida su visión del cantante.

La figura impactante de Mercury despertó el interés y el deseo de escribir el monólogo titulado Freddie, asegura Estévez, quien debutó en el teatro en la década de 1980 con la obra La verdadera culpa de Juan Clemente Zenea, llevada a escena por el dramaturgo cubano Abelardo Estorino.

"Me encanta que se reponga en La Habana, pues ese su lugar natural, para el público habanero fue escrito", refirió el autor, que por estos días presentó en España su más reciente novela, Archipiélagos.

Publicado bajo el sello editorial Tusquets, el libro está ambientado en la  Revolución de 1930 en Cuba, cuando el general Gerardo Machado, apoyado en su gobierno despótico, propagó a la isla niveles insoportables de pobreza.

Con el unipersonal Freddie, el grupo de teatro El Público estrenó en 2005 el monólogo Santa Cecilia, que protagonizó de manera espectacular el actor cubano Osvaldo Doimeadiós, Premio Nacional del Humor (2012).

Ambos textos están incluidos en un volumen titulado Ceremonia para actores desesperados, que además contiene como tercera propuesta El enano en la botella, todos de la autoría de Estévez.

Específicamente con Freddie, el autor se adentra en el mundo del espectáculo para llevar a las tablas un material literario que tiene su génesis en la música, específicamente en la persona de Mercury.

Nacido en Tanzania, el 5 de septiembre de 1946, el vocalista de la banda británica Queen conmocionó con su carisma y su privilegiado registro vocal a los amantes de las sonoridades anglosajonas.

Bautizado por sus padres con el nombre de Farookh Bulsara, recibió desde niño una estricta educación combinada por la práctica de boxeo, sin embargo, después sustituyó el ring por la mesa de ping pong y a los 10 años ya era campeón escolar de la disciplina.

Por aquellos años su afición por la música tomaba más fuerza, motivo por el cual comenzó a estudiar piano y más tarde formó parte del coro de su escuela, donde cultivó sus privilegiadas aptitudes como cantante.

Después de incursionar en el teatro, Mercury integró el grupo The Hectics, una banda de rock and roll que prodigaba sus actuaciones en las fiestas y bailes de la institución educativa a la cual asistía.

El misticismo de la música hindú y los sonidos clásicos nutrieron la genialidad del joven, que después de incursionar en varias agrupaciones se unió a Brian Harold May, Roger Taylor y John Deacon para fundar en 1970 el fenómeno musical conocido como Queen.

A partir de ese momento, el éxito no lo abandonaría. Temas como Bohemian Rhapsody, Who Want to Live Forever, We Are the Champions y The Show Must Go On, marcaron para siempre el mundo del rock, que nunca volvió a ser el mismo tras su aparición.

La variabilidad de Mercury le permitió actuar en 1979 con el Royal Ballet de Londres, ocasión en la cual interpretó y bailó Bohemian Rhapsody y Crazy Little Thing Called Love.

También se recuerda como algo trascendental su actuación junto a la soprano española Montserrat Caballé en las Olimpiadas de Barcelona.

El cine fue testigo de su inagotable talento, pues con el productor musical Giorgio Moroder compuso el tema Love Kills, que posteriormente grabó para la versión restaurada de la película Metrópolis, del cineasta Fritz Lang.

Una veintena de discos cuentan en la discografía de Queen, una banda que interpretó diferentes estilos, siempre con excelentes arreglos sobre elementos del glam rock, rock progresivo, folk, blues, pop y reggae.

La muerte, fría y celosa, tocó a la puerta de Mercury el 24 de noviembre de 1991 como consecuencia de una enfermedad crónica. Con solo 45 años, la estrella del rock británico se despedía de su público, quienes impresionados por su temprana partida no tardaron en brindarle innumerables homenajes.

Estrellas del mundo del espectáculo como Elton John, Guns N' Roses, Seal, Metallica, David Bowie, Robert Plant, Roger Daltrey, George Michael y Liza Minnelli, han reverenciado el legado del vocalista de Queen, considerado una figura inmortal para los amantes de la buena música.