El horizonte olímpico desde dos perspectivas

El horizonte olímpico desde dos perspectivas
Fecha de publicación: 
15 Febrero 2012
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Harold Iglesias Manresa, especial para Cubasí

 

Sin dudas para el luchador cubano del estilo libre Yowlys Bonne (60 kg) y el estadounidense as universal de Estambul’11, Jordan Burroughs (74) la perspectiva de una medalla olímpica es bien diferente, pero ambos trabajan intensamente en función de materializar su quimera.

 

Ambos se coronaron en el adiós de los internacionales Granma-Cerro Pelado, donde la potente escuadra de Estados Unidos demostró su poderío, al adueñarse de tres de las cinco divisiones disputadas.

 

“He aprendido la lección de los Panamericanos de Guadalajara, a donde fui un tanto confiado por el oro y ustedes vieron como caí en mi pleito de semifinales frente al puertorriqueño Franklin Gómez. Ahí concluí que no hay rival pequeño. Aquí pude realizar todas las acciones técnicas y el plan táctico previsto, ahora solo me queda en el horizonte la clasificación olímpica y luchar por una medalla en Londres. Parece difícil pero es el único objetivo si mantengo los resultados como primera figura en mi división” sentenció el guantanamero de 28 años.

 

Lo cierto es que aún no está definido nuestro representante al preolímpico de Orlando (23-25 marzo) pero al Panamericano de Colorado Springs Bonne ya tiene boleto asegurado.

 

DE RUNNER A LETAL EN EL COLCHÓN

 

Tiene 23 años, considera que Yunierki Blanco es uno de los rivales más fuertes que ha enfrentado y una de las razones por las que vino a La Habana, redditar la final de tierras tapatías,  la cual no se pudo materializar pues Nacho, como se le conoce a Blanco perdió por errores tácticos ante el también norteño Trent Paulson, a la postre plateado.

Se trata de Burroughs, quien desde los seis años practicó Football americano como corredor debido a su vertiginosa velocidad y no fue hasta los 17 que decidió enrocarse a la lucha, y hasta un tanto forzoso fue el cambio, debido a su baja estatura.

 

Eso sí, fuerza, fibra muscular y explosividad que combina con su innata rapidez lo hacen temible sobre el colchón.

“Me estoy preparando muy fuerte, los ejercicios de velocidad, mucha técnica, constantes entradas de tackle y análisis y la posibilidad de medirme a muchos luchadores han completado mi forma y hecho crecer mis aspiraciones de luchar por el oro olímpico. Es una gran satisfacción ser campeón mundial, pero bajo los cinco aros… no tiene comparación. Todos se preparan fuerte, eso lo se, pero es mi única meta estoy en alguna medida amparado por mi corona universal.

 

Increíblemente su primera competencia al máximo nivel entre mayores fue el mundial de Estambul y todos vieron el veredicto.

 

Así, con un único objetivo bien definido entrena este gladiador estadounidense, en su cuartel general de la universidad en el estado de Nebraska, y bajo la égida, entre otros del hermano gemelo de Paulson, quien también tuvo historia en los colchones  e incluso no ha dejado de visitar La Habana desde el 2010, dos veces como atleta y en esta 43 edición en calidad de entrenador.

 

A propósito de mentores cuando cayó el telón de la justa, Julio Mendieta, entrenador principal de la armada antillana dio a conocer sus cartas de triunfo para el panamericano de Colorado Springs:  Alfredo Cisneros (55), el propio Bonne (60), Blanco (74), Luis Mario Miranda (84), Javier Cortina (96) y Dysney Rodríguez (120).

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