Mijaín López: Sin margen de error

Mijaín López: Sin margen de error
Fecha de publicación: 
17 Julio 2015
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El título, su cuarto en Juegos Panamericanos desde que estableció su feudo en Santo Domingo 2003, solo dependió de tres pleitos esta vez. Daba la impresión de no desgastarse, de tenerlo todo bajo control, de adversarios listos para salir del colchón pues el veredicto lo conocían de antemano.

Tres dictámenes de sentencia por superioridad técnica escribió el ídolo de Herradura: 9-0 al venezolano Moisés Pérez, 8-0 al estadounidense Robby Smith, y 8-0 en la definición al chileno Andrés Ayub, quien solo duró 1:30 sobre el colchón.

Créanme que no es fácil soportar el abrasador agarre de Mijaín, que desbalancea a su antojo hacia uno y otro lado a sus contrarios como si de arrancarle motas de algodón a un campo de Luisiana se tratase.

El oro de Mijaín cayó momentos después de que en Cali Colombia, el santiaguero Maykel Massó se convirtiera en el primer cubano capaz de coronarse en una lid universal de cadetes en la prueba de salto de longitud, desde que surgieron estas citas sub 18 años en 1999. La marca agraciada fue de 8.05 metros.

De vuelta a Estados Unidos, claro que en Las Vegas y no en Luisiana, tiene dirigida su mirada el fenomenal gladiador clásico. Sucede que la cita del orbe del 12 al 18 de septiembre buscará la clasificación olímpica a Río de Janeiro 2016, una ciudad que de atestiguar su tercera corona bajo los cinco aros lo eternizará como el Cristo Redentor de los colchones.

La lucha en su segunda fecha dejó más motivos de festejo. El pinareño Yasmani Lugo (98 kg) se estrenó por la puerta ancha y con el listón imponente de Mijaín en calidad de bujía lo imitó al caminar sus tres actos sin asomo de punto en contra.

Fue capaz de endosarle 21 unidades a sus tres contrarios y eso bastó para elevar su mirada al cielo, ver ondear la bandera y entonar con bríos el himno nacional. A punto estuvo la librista Jacqueline Stornell (58 kg) de repetir la escena, pero su pleito por el oro ante la brasileña Joice Souza tuvo desde desajustes tácticos, —vio esfumarse una ventaja de cinco unidades—, hasta un último punto adverso dudoso, decretado por el árbitro por supuestos reiterados agarres ilegales a las manos. Eso sin contar dos acciones de salida al colchón que por turbias no merecieron score.

La hora de la verdad siempre arroja buenas experiencias.

El botín se completó con el bronce de Yamilka del Valle (53).

“Me siento muy complacida con esta medalla de plata en la velocidad por equipos. Fue una prueba muy difícil ante las canadienses en su propio terreno; sin embargo, Marlies hizo un tremendo esfuerzo para obtener el resultado”.

Esa fue la sentencia a la prensa acreditada de Lisandra Guerra al finalizar la prueba en la que cronometraron 34.813 segundos. Las anfitrionas Kate O`Brien-Monique Sullivan, irrumpieron en el cenit de América con 33.959. Eso, después de establecer plusmarca en la ronda clasificatoria (33.584).

“La estrategia del cambio de posiciones en la arrancada, es decir, pasar a Lisandra de primera a lo inverso de lo hecho en la mañana, dio el resultado esperado frente a una representación rival muy bien preparada. Lamentablemente Marlies se quedó rezagada y no le llegó a la rueda de su compañera, lo cual nos indica que debemos seguir perfeccionando la salida y el trabajo en equipo”, explicó Florencio Pérez, entrenador del área de velocidad.

EN LA PATRIA, MUNDOS DORADOS PARALELOS

Llegar con la estrella solitaria como escudo, aderezado con el brillo de las preseas y una sonrisa. Así irrumpió el grupo de deportistas que liderado por los kayacistas Jorge García y Yusmary Mengana (reyes de su disciplina con tres oros per cápita), arribaron a suelo patrio.

En la comitiva arribaron exponentes de canotaje, judo, gimnasia artística, remo, levantamiento de pesas, polo acuático, tenis de campo, nado sincronizado y badminton.

“Es una satisfacción enorme saber que regresamos a nuestro país con los objetivos sobrecumplidos. Lo dimos todo, ganamos nuestro deporte y esa contribución de tres oros será muy necesaria en la disputa del segundo lugar del medallero. En lo personal superé mi rendimiento de Guadalajara 2011, —acumuló dos oros y una plata— y eso me hace pensar con fuerzas en el cierre de ciclo, en Río de Janeiro 2016. Quien me iba a decir que estuve a punto de retirarme tras Veracruz”, expresó Jorge García, quien aseguró que la noche anterior al K-1 a 1 000 metros estudió mucho junto a su mentor Evidio al canadiense Adam van Koeverden, as olímpico y mundial.

Sin llegar a los 1.60 metros de estatura, Manrique Larduet ostenta una grandeza napoleónica. Fue capaz de regalarse, y a toda Cuba por qué no, un oro, dos platas y un bronce por su cumpleaños: “Competí con convicción en un certamen de muy buen nivel. La confianza y fuerza de concentración psicológica es determinante y eso siempre lo manejamos mi entrenador Carlos Gil y yo. Que era posible. Lo otro es esa sangre santiaguera, ese espíritu de lucha. Estamos muy contentos por devolver a la gimnástica al medallero panamericano luego de 12 años. Tras el avance en Veracruz erl pasado año y en la Copa del Mundo de Portugal, no podíamos permitirnos no marcar en el casillero de las preseas.”

CON DOS QUE SE QUIERAN…

Por sus mentes pasó subir a la plataforma y levantar barras y discos juntos. De hecho confiesan que su primera firma fue signada bajo la fragua de oro y plata. Hablamos de un Cupido flechando kilogramos para los pesistas Adriel La O y Marina Rodríguez, jóvenes debutantes en Toronto, llenos de ímpetu, que sellarán el matrimonio en su Cuba natal.

“No se me quita la alegría, confiamos en que se podía y pese a no ser el favorito regresé con el oro. Excelente preparación, la estrategia puntual de mi entrenador Félix Machín y el apoyo incondicional de mi niña, su aliento”, sentenció La O tomando sonriente la mano de Marina en la Terminal III del Aeropuerto José Martí: “Ser la primera mujer cubana medallista de las pesas es un orgullo inmenso. Iba con pronóstico de quinta, a lo sumo bronce, pero todo fue fluyendo. Esencial la confianza que me transmitió ‘mi negrito’ en todo momento.”

Ellos no fueron los únicos que se alentaron mutuamente. Dos extraclase como Ángel Fournier y Yusmary Mengana también están unidos por las paletadas y el amor: “Fueron ocho regatas en cuatro modalidades, me sentí fuerte, bien recuperado. Cuba necesita cada grano de arena de todos nosotros. Eso le decía a Yusmary, así salimos a remar, así cayeron las medallas. Así miramos juntos hacia Río de Janeiro 2016”.

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