Las claves del «todos para uno» del K-4 y el judo

Siempre en los análisis, gurúes, escépticos y osados manejaron el término eficiencia como palabra de orden en las aspiraciones de Cuba de refrendar su condición de segundo lugar histórico en el universo de América.

Pues bien, lo acontecido hasta ahora evidencia una lección magistral de efectividad, sostenida por el canotaje y el judo esencialmente. Primero el K-4 femenino puso revoluciones de plata en aguas tranquilas, y luego sus homólogos devoraron el kilómetro, soportaron la arrancada titubeante, el empuje final de Brasil y sellaron con oro y clasificación olímpica su andadura turbulenta por el canal situado a casi hora y media de Toronto. Pero si hace cuatro años valió la pena madrugar en Ciudad Guzmán (Guadalajara), ahora los piragüistas están mereciendo otros despertares e insomnios.

Los cronos de nuestro bote 3:01.744 y el auriverde (3:01.869) dan fe de que solo un respiro los separó en la línea de sentencia. Por si fueras poco la final tuvo sabor a vendetta pues los mexicanos, quienes vinieron acá con los mismos ganadores de la medalla de oro en Veracruz 14 no pudieron soportar el incombustible ritmo de boga de Jorge García, Reinier Mora, Reinier Torres y Alex Menéndez, y entraron quintos.

Ajustes fue palabra de orden, para una embarcación capaz de retener su vellocino de tierras tapatías: con García y Torres en calidad de experimentados.

“Trabajo de coordinación eficaz, ritmo intenso y constante de paletadas y no guardar ninguna dosis de energías fueron al decir del comisionado nacional Alejandro Hamze, estrategias doradas.

Eso sin contar el buen rendimiento evidenciado por el yumurino Mora: Solía trabajar en las distancias más veloces (200 metros) y el cambio a partir de enero me exigió elevar los volúmenes de kilómetros diarios, para potenciar mis capacidades de resistencia de la fuerza y equilibrarme con mis compañeros”, expresó al diario Granma el atleta.

Una regata de vértigo, definida en los últimos 50 metros, donde se latió con el extra de los cubanos. Una final que da fe de que los antillanos están decididos a reeditar su título de conjunto de hace cuatro años, donde con foja de (4-3-2) reinaron.

Ajustarse el judogui

El pulso no podía patentarse de forma más cruenta en los tatamis: Brasil (2-1-2) y Cuba (2-0-4) se enseñorean y solo han dado un resquicio de oro a Estados Unidos y Ecuador. Me atrevería a decir, si juzgamos por los exponentes en cada una de las divisiones concluidas que los del Gigante Sudamericano no han evidenciado lucidez total, mientras la solidez de los de la Mayor de las Antillas se ha patentado en aquellas figuras que no tenían dibujado de antemano metales sobre sus cuellos: me refiero a Carlos Thondique (66) y Grettel Romero (52).

Dayaris Mestre inició la senda cuando sobre ella rondaba cierto velo de cautela en los vaticinios, dada la presencia de la argentina Paola Pareto, su verdugo de Guadalajara 2011. Entonces con la bujía de oro haciendo chispas tocó el turno de Magdiel Estrada (73 kg).

Como diría Gardel 20 años no son nada, o mucho en este caso, pues el yumurino extirpó de golpe el fantasma de los segundos lugares. El dos lo perseguía desde hace tres campañas, pues exhibía esa posición, nada despreciable para muchos y un tanto gris para los ambiciosos y de potenciaidades como él.

“Muchas veces se le ha criticado por no ganar a la hora cero. Hoy sencillamente ha cumplido con creces. Condujo sus combates con inteligencia preservando las ventajas, buscando el momento para asestar su golpe. No siempre se vence por ippon”, expresó el entrenador Justo Noda al colega Aliet Arzola.

“Este es el fruto del trabajo de varios meses, de intensas sesiones de entrenamiento y mucha entrega. Agradezco la confianza que todos han tenido en mí y ahora toca enfocarse en la clasificación olímpica a Río 2016, pues justamente ese es el sueño de todo deportista”, sentenció Magdiel.

En calidad de portaestandartes de bronce y con performances que denotaron seguridad y progresión en su manera de combatir anclaron Thondique y Aliuska Ojeda (57).

Ronaldo Veitía y Noda llevan noches de insomnio, los técnicos ‘brasileiros’ otro tanto. Este lunes en busca de mantener la cuerda tensa al límite, de buscar al pie del tatami una brecha dorada saldrán la titular panamericana de Edmonton Mailyn del Toro (63), Onix Cortés (70), Ivás Silva (81) y el subcampeón bajo los cinco aros en Londres 2012, Asley González (90).

Otras notas de acierto salieron de las raquetas de Osleni Guerrero, Melissa Azcuy-Ernesto Reyes, Tahimara Oropesa-Leodannis Martínez, capaces de dibujar órbitas de cuartos de final con la trayectoria de sus volantes en los respectivos concursos individual y de doble mixto.

Casi lo consigue, luego de una ronda preliminar bien aciaga y distante de sus mejores rendimientos, el plataformista Jeinkler Aguirre. Recobró el orgullo y decidió escalar posiciones respecto a su escaño 12 en preliminares. El podio se le escapó, pero la imagen le cambió con 419.60 puntos (72.00-49.50-64.00-84.80-62.90 y 86.40) en prueba comandada de principio a fin por el archifavorito azteca Iván García (521.70). Nada que hacer tuvieron el colombiano Víctor Ortega (455.15) y el también mexicano Jhonatan Ruvalcaba (437.35).

Tampoco fue jornada de desenfundar pistolas y deshacer blancos, al menos no para Laina Pérez  Sheyla González, dos finalistas entre los seis pistoleros antillanos que lidiaron en la modalidad de aire a diez metros.

Laina (378 puntos) fue segunda en la fase clasificatoria, únicamente superada por la recordista estadounidense Courtney Anthony, mientras por los varones Jorge Grau (endebles 568-puesto 12) fue el de mejor ubicación, aunque ciertamente ni él, ni Guillermo pías ni Gustavo Yaunner satisfizo las expectativas precompetencia.

De conjunto no hallamos la fórmula

La gimnasia artística se mostró vulnerable, mezcla de inexperiencia competitiva a semejante nivel y falta de profundidad en algunos de los aparatos. Nada que hacer tuvieron nuestras muchachitas ante el poderío de las renovadas escuadras de Estados Unidos (173.800) y Canadá (166.500), además de Brasil (165.400). Pese a sus limitaciones —recordemos también que la principal figura, Yesenia Ferrera, causó baja de la armada—, las muchachitas transitaron por la justa de manera aceptable hasta anclar cuartas con 159.800, superior a la séptima plaza lograda en la capital del estado mexicano de Jalisco, y la inclusión de Marcia Vidiaux y Leidys Perdomo en las finales de caballo de salto y manos libres, por ese orden.

Sucumbió el polo acuático femenino frente a las anfitrionas 7-14 en el desafío semifinal. Solo resta ver si podemos arañarles la pintura a las brasileñas en el partido por el bronce, mientras los hombres disputarán uno de los lugares del 5-8 frente a Venezuela.

Un solo palo no hace monte, un hit no puede ser merecedor de triunfo en un partido de béisbol, aún cuando haya salido del madero de Raúl González en el mejor momento. Claro, luego el zurdo estadounidense Nate Smith retiraría a trece hombres por su turno, apoyado en su curva que rompió la mayoría de las veces en la zona de strike, y apuntaló el éxito de los suyos 5-2 sobre la novena antillana, herida por quinta ocasión en menos de un mes frente a sus sempiternos contrarios.

Cuatro ponches del tercer madero Frederich Cepeda esclarecen la situación respecto a la frialdad de los bates antillanos que no acertaron con las variantes indicadas practicadas en la alineación y que este lunes se medirá al invicto Puerto Rico.

Ese es el panorama, la mañana de lunes será pasada por agua, o al menos inmersos en ella, pues el remo (cuatro finales) y el canotaje (cinco) intentarán continuar con la huella de Cuba (3-1-4) en el medallero que nos coloca sextos momentáneamente en dominio temporal de los anfitriones (10-8-6).