PANAMERICANOS- SI DE ANÉCDOTAS SE TRATA: Yunidis, "la hija del viento"

La muchacha mira a los espectadores desde la pequeña pantalla. Sonríe. Habla. Corre, ¿o vuela? Triunfa. A uno le impactan las zancadas e imagina sufrimientos y alegrías, batallas y victorias. Es testigo de cómo se encuentra a sí misma. Los sueños, la vida, a pesar del accidente.

Esa rica existencia la trae un documental estrenado recién. Su director: el periodista Aurelio Prieto Alemán, quien mejor ha cantado, con las armas de su profesión, a estos lesionados y lesionadas por la desdicha que, alzados sobre los golpes, muestran vías hacia la felicidad porque saben usar las alas poseídas por todo ser humano. En el filme Yunidis, la más destacada atleta cubana de todos los tiempos entre las personas discapacitadas y una de las grandes del mundo, sonríe, habla, corre, vuela, triunfa frente a los televidentes.

Un vecino me dice: ¡A esa Castillo le zumba…! Continúa conversando acerca de la corredora, y no hay agua rondando los ojos sino un brillo diferente gracias a la joven y al autor del documental.

HURACÁN AL TATAMI

Aquellos intentos en el judo, los anhelos, las metas, acogedores de ese ciclón capaz de salirse de vez en cuando de los bordes de la disciplina cuando niña. Buscar rutas en lo deportivo para esa fuerza enorme y... ¡Cará, esa realidad lacerante! El carro. Hacia una justa escolar. Vuelco. Yunidis, víctima. Traumatismos, sangre, dolor. La amputación del brazo derecho. El ensueño a la... ¡No! Éxitos iniciales: llegar a utilizar con destreza su mano menos hábil y no considerarse aplastada.

No está sola en los combates aunque sitúa la potencia personal en ellos. La atención para ese ámbito en Cuba la abraza: como debe ser, como exige el socialismo. Que me ayuden las cifras sin obnubilarnos. Vengan las necesarias. Antes de 1959: solo ocho escuelas especiales de ese tipo en la Mayor de las Antillas. Ahora, 366 con 38 133 alumnos y programas trazados de acuerdo a las discapacidades.

Retorna a las contiendas del músculo. La saben y se sabe rápida. Correr, correr, correr... Entrenador: Jorge Gonce. La guía más allá de la pista: le fortifica el alma a la par que le aumenta la velocidad. Entonces, a la principal escuela deportiva de su natal Santiago de Cuba. Después, en La Habana, Míriam Ferrer la sigue moldeando con relación maternal.

MÁS ALLÁ DE LAS MEDALLAS

Recordemos. Herida, jamás doblegada, hasta amenazada por la muerte, sobre su cama del hospital, el adiós al kimono muy cercano, le dijo a la progenitora: “Mima, no pude darte la medalla de oro que te prometí...”. Gran salto. El destacado narrador Sergio Ortega confiesa "La vi con otros ojos, con otra emoción..." para expresar lo sentido cuando la atrapa con la voz para los aficionados. La compara con Juantorena, Stevenson, Savón... “Es una fuera de serie como ellos...” No exagera.

Galardón dorado tras galardón dorado. Sea en Parapanamericanos, Mundiales o Paralímpicos. Récord mundial tras récord del planeta en su categoría competitiva: T-46. Los fija en 11.95 en los 100, 24.45 en los 200 y 55,72 en los 400; era la segunda vez que incursionaba en esta última distancia internacionalmente (Mundial del 2013). La llaman “la hija del viento”.

Sus ojos, lágrimas; lo que intenta pronunciar, quebradura. Disimula para no herir: visita uno de esos centros propios de esta área. Aconseja, corre con alumnas y alumnos, les robustece el ánimo. Vibrante cuando conversa sobre su ídolo: Ana Fidelia Quirot quien, al ser entrevistada por Aurelio, asegura sobre la Castillo: “¡Es un símbolo…!”

Recientemente, parió. En cuanto tuvo el alta médica, al adiestramiento. Míriam al frente en su papel de escultora. ¡Qué bien le ha salido esta estatua viviente! Prieto Alemán no queda atrás con su película. Yunidis, la deportista más beneficiada con la justa renumeración deportiva que se basa en “a cada cual según su trabajo” maneja su automóvil durante las escenas finales. Su sonrisa, alba para todos.