USA: “Estoy aquí para matar negros”

Su nueva tragedia racista, ahora en Carolina del Sur, impone allí un sello cada vez más delicado y explosivo.

No es posible valorarla sin tomar en cuenta los antecedentes históricos de ese país y los más recientes hechos de igual signo.

Estos últimos llegaron a desembocar en violentos actos de violencia llevados a cabo en lo fundamental por su comunidad negra.
Baste recordar lo sucedido en el vecindario de Ferguson, estado de Misuri, cuyas escenas hicieron   recordar las de una confrontación bélica.

Hasta el presidente Obama se vio obligado, como ahora, a emitir una declaración deplorando lo sucedido y tratando de evitar la violencia.

¿Causa de aquel drama? Un “auxiliar” blanco de la policía blanca asesinó en la calle a un joven negro desarmado, Michael Brown.

Ahora, cuando la Estatua de la Libertad obsequiada por Francia a Estados Unidos cumplió 130 años, otro racista blanco, Dylann Roof, mató a nueve personas en una iglesia histórica de Charleston, Carolina del Sur.

Luego que lo detuvieron, según reportó este viernes la cadena CNN, su verdugo declaró a la policía: “Estoy aquí para matar negros”.

Pero fue aún más lejos cuando se atrevió a plantear que deseaba iniciar “una guerra racial” en Estados Unidos.

Su crimen ha repercutido tan hondamente que hasta la gobernadora de ese territorio,   Nikki Haley, declaró:

"Este es un estado perjudicado por el hecho de que nueve personas inocentes fueron asesinadas. Absolutamente, queremos para él (Roof) la pena de muerte".

Sin embargo, meses atrás ella se opuso al establecimiento de un control mayor sobre los antecedentes personales de quienes las poseen o aspiran a  comprarlas.

Una periodista del Nuevo Herald, Patricia Mazzei, escribió que, antes de ultimarlas, el joven racista pasó casi una hora orando con ellas… y después abrió fuego.

Agregó, nueve fallecieron, tres sobrevivieron, uno fue herido y el asesino huyó en un Hyundai Elantra GS, 2000, con placas de Carolina del Sur, LGF330.

Catorce horas después, prosiguió  Mazzei, a 250 millas de distancia, en Carolina del Norte, una persona que escuchó sobre el homicidio vio a la mañana siguiente el Hyundai  y llamó a la policía.

Dylan Storm Roof fue detenido. No se resistió al arresto.

En una de las fotos circuladas aparece usando símbolos que fueron de la supremacía blanca, tales como una bandera de la antigua Rhodesia (hoy Zimbabwe) y otra de la Sudáfrica del aparheid.

El Departamento de Justicia de Estados Unidos está investigando la balacera de este miércoles como un crimen motivado por el odio.

Un tío del asesino reveló que cuando este celebró su cumpleaños 21 el padre le obsequió una pistola calibre 45.

En cuanto a eso último declaró el presidente Obama:

“He tenido que dar declaraciones como esta demasiadas veces”,  “no tenemos todos los hechos, pero sí sabemos que una vez más gente inocente fue asesinada”.

Y añadió: “En parte, porque alguien que quería hacerles daño no tuvo impedimentos para que una pistola llegara a sus manos”.

El obispo John Richard Bryant,   de la Iglesia Episcopal Metodista Africana, habló este jueves en una vigilia realizada en honor a las victimas.

“Hay violencia en los parques. Hay violencia en nuestros hogares. Hay violencia en nuestras escuelas. Ahora hay violencia en nuestras iglesias”, dijo.

Y de acuerdo a su punto de vista, existe un denominador común,   el arma de fuego.

“Venceremos”, cantaron los congregados en la vigilia con voces poderosas, mientras se balanceaban de un lado a otro tomados de las manos.

“¿Qué vamos a hacer ahora?”, preguntó el reverendo Thomas Ravenell, de la Iglesia Bautista, y se auto respondió con una pregunta:

“¿Cómo puedo mirar al cielo si siempre tengo el infierno a mis espaldas?”