Canción de amor en un barrio barroco

Canción de amor en un barrio barroco
Fecha de publicación: 
28 Abril 2015
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Yo soy de un barrio barroco, según el concepto del cantautor cubano Willian Vivanco. Entre el sol, el mar, la loma, el río, crece mi barrio sin robarle un milímetro a la geografía de la ciudad, crece su imaginería, su cultura, la sandunga de su gente, el trabajo duro y el arte auténtico que muchos no tienen ojos para ver.

Canción de Amor en un Barrio Barroco
Vivo en Simpson, en las alturas donde los negros crearon un nuevo baile de salón, pero no dejaron de gozar la rumba y le piden a Olokun abundancia, la deidad del océano los escucha y les brinda una riqueza inexplicable que no se vende ni se compra, suerte incomprendida de los barrios barrocos: enamoran irremediablemente.

Quizás por ahí comience a entrarle el agua al coco del éxito tremendo que tuvo la puesta en escena de Teatro de las Estaciones Cuento de amor en un barrio barroco, por el encanto ineludible, la sabrosura y la sensualidad, la diversión y el sentido, la capacidad de ponerte a pensar, sentir y bailar al mismo tiempo…

Canción de Amor en un Barrio Barroco
Luego, en los primeros minutos, te atrapa la maestría acostumbrada de Estaciones, aquella en que la escenografía, el diseño de los muñecos, el guion, las interpretaciones, cada elemento sobre las tablas está perfectamente integrado, pero en Cuento de amor… la música en vivo rompió el molde.

El propio William Vivanco, protagonista de la historia, quien canta y actúa acompañado orgánicamente por el joven músico Ethiel Fernández Failde y la Orquesta Típica Miguel Failde, expresó a CubaSí su sentir al finalizar la última presentación de la primera temporada de la obra:

Canción de Amor en un Barrio Barroco
«Es una experiencia única, es la primera vez que actúo en mi vida, y sobre todo lo que he aprendido aquí con Rubén y Zenén que ha sido mucho para mi carrera, para mi música; estas clases de actuación que he recibido acá; esto de compartir con un grupo tan grande de músicos y actores al mismo tiempo, todo mezclado, con vestuario y todo; eso me es muy útil para mi trabajo porque yo me considero un artista que no solo hago canciones, también pinto mis cuadros, ahora puedo actuar, danzo, escribo… hago todo lo que tenga que ver con el arte.

«Los teatros se llenaron, tuve que firmarles la mano a muchos niños cubanos y eso me llenó de placer, y yo sé que se sembró una semilla, sobre todo en los pequeños, que no están contaminados en las modas de hoy día; y nosotros trabajamos para eso, para sembrar una semilla de amor y buen arte en los niños y en los adultos, por si se les olvidó».

Y se refiere Vivanco a teatros de todo el país, con literalidad puede hablar de «niños cubanos», porque la puesta recorrió la isla en una gira que merece premios no solo por la excelencia de la puesta en escena, sino por la capacidad de comprometer un grupo tan grande de artistas con proyectos profesionales diversos, un esfuerzo que, al decir del director, Rubén Darío Salazar, bien valió la pena:

«Yo creo que hacer teatro es entregar mucho de uno y si uno hace una obra para que solamente se vea en tres o cuatro funciones es un desperdicio, yo creo que haber hecho la obra, haberla paseado por Cuba, confrontarla con diferentes públicos, ponerla unas treinta veces, sobre todo con un elenco tan diverso, con carreras profesionales tan distintas es un logro y además que tenga el resultado que ha tenido, porque para ello estudiamos, trabajamos, investigamos, qué bueno, qué felicidad tan grande. El teatro es algo efímero y al ser algo efímero, cuando uno logra una buena función o logra tener una influencia sobre el espectador, que es para quien tú lo haces, sientes una satisfacción enorme. Esa inspiración, ese recuerdo, esa emoción que uno logra en el espectador es suficiente, son nuestros pequeños premios que no son en metálico ni son un diploma, son en vida, así que son los mayores…»

Canción de Amor en un Barrio Barroco
Uno de los multipremiados por el espectáculo, el actor Iván García, se siente congratulado también por razones que van mucho más allá de los bienvenidos premios en festivales y certámenes:

«Me siento muy bien, es un trabajo hermosísimo, muy rico de hacer, sobre todo porque es con músicos en vivo y pude hacer un sueño que siempre tuve, pude bailar, mi sueño siempre fue bailar y hacer un carnaval y esto es lo más parecido a un carnaval. Uno siempre en esta carrera está en crecimiento, sobre todo con los títeres y aquí me tocó animar títeres que nunca lo había hecho como el pirata que es un esperpento enorme, la otra máscara que es la de Simón, que nunca había hecho algo parecido, que es interpretarlo con cuerpo entero, entonces es muy interesante».

Canción de Amor en un Barrio Barroco
Hace más de un mes estoy rumiando este texto que parece una apología, cuando en verdad es una protesta: quiero más de ese Cuento de amor… mi barrio barroco necesita de este arte que lo anuncia y lo interpreta sin prejuicios ni juicios. Voy a pedirle ayuda al negro Simón, que todo lo puede porque todo lo sabe, para que llegue pronto la segunda temporada…

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