ESTRENOS DE CINE: Hombres, mujeres y niños

La pornografía, los blogs y las redes sociales son al mismo tiempo válvula de escape y causa de conflicto en Hombres, mujeres y niños, producción del año 2014 del director norteamericano Jason Reitman.

Basada en una novela de Chad Kultgen, Hombres, mujeres y niños logra un asunto harto difícil: captar el silencio que genera el ruido de Internet. Así, en esta película coral, la inmensidad de horas invertidas en videojuegos online y los chats constantes se contraponen a la incapacidad de algunas personas para hablar cara a cara, pese a estar en la misma habitación.

También, la historia de esta cinta da espacio para tratar la anorexia en la adolescencia, una matizada por ese culto a la imagen que ha devenido característica del marketing de nuestra época. Otro tema que se trata ampliamente en el filme es la adicción que genera la pornografía, que es consumida por una variedad de razones diferentes, a menudo sin mesura. Todas estas situaciones subyacen -en el marco de lo privado- en nuestra cotidianidad. El hecho de que Reitman las muestre en la cinta con desenfado y naturalidad no hace sino volverlas más contundentes.

Estamos en presencia de un director que no teme poner el dedo en la llaga. Reitman cuenta con una franqueza –y una lucidez- sorprendente para retratar algunos conflictos actuales. Como ya lo hizo con el tema del embarazo en la adolescencia en Juno (2007) y con el tópico del infantilismo desbordante de una adulta de ciudad en Young Adult (2007), este director se centra en la problemática diaria de gente común, y lo hace con un cine elegante, que no alardea de efectos ni de virtuosismo de imagen y que centra todos sus esfuerzos en desentrañar a sus personajes.

Pero quizás lo más interesante de Hombres, mujeres y niños sea la idea de fondo, esa que intenta dar solución a los problemas de los personajes, y que se presenta explícita mediante la exquisita voz en off de Emma Thompson. Esta respuesta, también la tesis de la película, propone que todos los problemas humanos se solucionan cuando se entiende que en comparación con el Universo ocupamos un minúsculo espacio. En otras palabras, que no somos el centro del mundo ni mucho menos, y que todos nuestros males se pudieran arreglar si fuéramos un poquito menos egocéntricos.

Estamos tan centrados en nosotros mismos, sugiere Reitman, que acabamos por no ver que hay belleza a nuestro alrededor, y que podemos ocupar nuestro tiempo en verla. Tan sencillo como eso.

Con esta proposición se convierte Hombres, mujeres y niños en un centelleo de lo que fue en su momento American Beauty (1999), -el debut en el largometraje del director Sam Mendes y el guionista Alan Ball- una cinta paradigmática que conmovió a la industria y al público con una descarnada y sincera visión del American Way of Life.

Como mismo hizo Mendes en su momento, que sorprendió por aportar una visión voluntariamente satírica, mas certera, de la institución familiar norteamericana a las puertas del siglo XXI, Reitman muestra con Hombres, mujeres y niños un filme en el que las miserias de la clase media parecen provenir, o al menos reflejarse, en las nuevas tecnologías: nunca hemos estado más conectados... y nunca hemos estado más aislados.

Aunque, y a diferencia de American Beauty, Reitman trata de rehuir lo escabroso, la crudeza de la realidad, esto no resta impacto a algunas de las historias y momentos de la película. Todo lo contrario: su versatilidad, unida a las certeras actuaciones certeras de Adam Sandler, Jennifer Garner y Rosemary DeWytt, hacen que Hombres, mujeres y niños resulte una apuesta infalible.

Título: Hombres, mujeres & niños
País: Estados Unidos
Director: Jason Reitman
Guión: Jason Reitman, Erin Cressida Wilson
Reparto: Timothée Chalamet, Olivia Crocicchia, Kaitlyn Dever, Ansel Elgort, Katherine Hughes, Elena Kampouris, Travis Tope, Rosemarie Dewitt, Jennifer Garner, Judy Greer, Dean Norris, Adam Sandler, Emma Thompson, David Denman, Jason Douglas, Dennis Haysbert, Shane Lynch, Will Peltz, J.K. Simmons