María Magdalena Campos Pons, una artista que traza caminos

María Magdalena Campos Pons, una artista que traza caminos
Fecha de publicación: 
27 Enero 2012
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Solo hizo falta dar a conocer el nombre: María Magdalena Campos Pons, y no había que convocar más. Esta artista cubana radicada en Boston, Estados Unidos, acaba de inaugurar una exposición en la Casa de las Américas en La Habana. “1478 MB” es una muestra que lo dice todo, o casi todo de de la mujer que crea lejos de su isla, pero que aún arrastra con ella cada trozo de su tierra.

 

“Estoy muy agradecida a la Casa por darme esta oportunidad, hace prácticamente 24 años que no hacía una exhibición en La Habana. Me agrada mucho la idea de que esta haya sido en el contexto del Premio Literario de la Casa. Para mí es una emoción muy grande estar aquí otra vez y ver tanto público, entre el cual se encontraban varios de mis maestros”. Así comentaba la artista unos minutos después de la inauguración.

 

La Galería Latinoamericana expondrá la obra de María Magdalena hasta el 15 de abril. Entre pintura, fotografía, video e instalaciones en diversos soportes, las obras nos hablan de la memoria, el arraigo, la esperanza y el amor… La invitación a la muestra simula un boleto de avión. Cada detalle de las piezas nos revela esa sensación de estar en todos lados, de pertenecer- y a la vez no- a un lugar determinado.

 

La obra principal y de mayor formato lleva el nombre de la muestra. 1478 son las millas que separan a Boston de Matanzas, su tierra natal. Además de los cuadros en las paredes el suelo de la sala estaba colmado de retazos de telas azules, como el color del mar que tanto ama María Magdalena. Un performance protagonizado por ella remarcó el sentido de su visita, de su obra.

 

Un personaje llamado Fefa tomó la galería mientras cantaba estos versos:

 

Hacen falta más tiras,

Hacen falta más telas, 

Hacen falta más amigos,

Hace falta más amor,

Hacen falta más caminos.

 

Los caminos son largos, los caminos duelen.


Precisamente esas tiras que ella dejó a propósito- y de las que cada uno de nosotros nos apoderamos para colgarlas en nuestro cuello o amarrarlas en las muñecas- son los lazos que existen entre los amigos que están dispuestos a recorrer cualquier camino para entregar amor. María Magdalena sabe que el arte es uno de esos caminos que nos unen. Y ella es una artista no solo porque pinte sino por su pensamiento viaja, sueña, está en constante movimiento. 

 

“1478 MB” es una exposición redonda, donde todo encaja, lo demás lo ponemos nosotros los espectadores. Es un acontecimiento para contemplar y reflexionar, no vale la pena que lo cotemos por adelantado, hay que verlo.

 

La sala estaba abarrotada de público. Pensé que entre tanta gente que la abrazaba, la besaba, tantos grandes artistas cubanos que la esperaban para conversar yo no podría entrevistarla, pero a María Magdalena solo hay que observarla una vez para darse cuenta de su sencillez y gentileza para con los otros, de la energía tan positiva que emana de su mirada. Así que en unos minutos accedió a responder varias preguntas.

 

¿Cuál es el origen de esta exposición?


Hay aquí una especie de antología de mi trabajo. Traté de conformar una obra coherente que resumiera el trabajo que he hecho en los últimos años y que se adecuara a la arquitectura de la galería. En la muestra hay piezas que expuse en 1991, por ejemplo, hasta otras que terminé hace apenas un par de semanas.

 

En cada obra se siente a Cuba, sin embargo la mayoría de los títulos están en inglés…


Es que yo vivo en Boston. Podía haberlos puesto en español pero muchos fueron hechos allá y el título original está en inglés. Creo que no suena igual decir soñando en la isla que “Dreaming of an island”.

 

Desde la invitación de tu muestra hasta las mismas obras hablan de a memoria, de la añoranza de tu tierra…


Yo no la llamaría añoranza, creo que más bien se trata de cómo se negocia las distancias. Por ejemplo, todo el mundo ha tomado las tiras de telas y se las ha colgado, me encanta ver a la gente así. Esto es también una investigación del lenguaje. Hay que ver cómo se materializa esos sentimientos, es algo así como ¿para que sirven las telas, los caminos?

 

Aquí está la memoria, pero ¿cómo ve María Magdalena el futuro?


Lo que se hace en e presente determina el futuro. Mi obra habla de exilio, de diáspora, pero no solo desde mi persona; ahí están también mis ancestros, que vinieron de Asia, África; está también la globalización porque yo soy cubana y vivo en Estados Unidos, pero hay millones de emigrantes en Nueva York de todas partes del mundo y así pasa con muchos otros países actualmente, tenemos de todo…

Creo que la mejor manera de entender el futuro será siempre conocer el pasado.

 

En la instalación 1478 MB se ve el mar y un mapa de Matanzas ¿Qué queda de la María Magdalena de Matanzas?


Toda, toda. Cuando estoy en Boston siempre digo que no he perdido la tierra roja de Matanzas, aún llevo la arcilla en mis talones, eso no me lo ha quitado Boston ni Tokio, ni ningún otro lugar donde haya estado.

 

¿Pudiera decirse que esta exposición abre más puertas para futuras exhibiciones suyas en Cuba?


Sí. Estoy viniendo a la próxima Bienal de La Habana con “Fefa”, ese es el nombre del proyecto.

 

¿Quién es Fefa?


Es una mujer que habla, ella propone un espacio para el diálogo.

 

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