USA-Pena de Muerte: Sostenido horror

Lo harían, dice el documento, en caso de no disponer sus autoridades de las establecidas inyecciones letales.

Fue en ese contexto que volvió a escena la intrincada discusión   sobre lo espeluznante de la pena de muerte en Estados Unidos.

La agencia noticiosa española EFE recordó que desde 2004 la citada inyección ha sido el método utilizado en sentido general.

Luego añadió un hecho dramático, y es que los condenados a la pena capital antes de aquel año, “pueden elegir entre la inyección o el fusilamiento”.

Esas variantes de sanciones fueron reinstauradas en aquel país desde el año 1976.

La última vez que hasta el momento se ejecutó en Estados Unidos una condena a muerte por fusilamiento fue en 2010.

Se trata de Ronnie Lee Gardner, quien optó voluntariamente porque lo mataran de esa forma.

 
 El legislador republicano que defendió la iniciativa, Paul Ray,   aseveró a Los Angeles Times que el fusilamiento “es más humano” que una inyección defectuosa.

Hoy en el corredor de la muerte de Utah, según datos del Centro de Información de la Pena de Muerte, hay nueve presos aguardando que les arranquen la existencia.

Pero no solo ese estado del oeste de Estados Unidos dio luz verde a tenebrosas variantes como las referidas.

De hecho, Oklahoma tiene aprobado el fusilamiento como una opción en caso de que las inyecciones letales sean declaradas inconstitucionales.

Hace unos cuatro años surgieron problemas con estas que obligaron a experimentar nuevas fórmulas, causantes algunas de un largo sufrimiento al preso antes de morir.

Aunque sigue vigente la inyección letal, una parte de los 50 Estados prefiere utilizar la silla eléctrica o la cámara de gas como segundas opciones.

En 2014 un reo tardó 40 minutos para fallecer, “mientras seguía retorciéndose y quejándose de dolor”, informó el sitio periódico momento cero.

Tal suceso originó una protesta debido a que hiere la octava enmienda de la Constitución del país.

¿Qué establece? Prohíbe los castigos crueles e inusuales al causar dolor indebido.

Sin embargo, el método es valorado como uno de los más compasivos, incluso por legisladores que no suscriben la pena capital, argumentó el senador estatal de Oklahoma, Anthony Sykes.

“Suena como al viejo Oeste, pero en cuanto la bala llega al corazón, el reo muere, “no hay sufrimiento”, declaró un legislador de Utah, Paul Ray.

Otra muestra del pensamiento y la acción que verdaderamente priman entre portavoces oficiales de los Estados Unidos.

¿Se trata acaso del modelo que debe imitar Venezuela para ser considerada una democracia respetuosa de la seguridad nacional de esa gran potencia?