Cuba-Peter Pan: Su deformada historia real

Cuba-Peter Pan: Su deformada historia real
Fecha de publicación: 
16 Marzo 2015
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Lo sintetiza el caso de los llamados Peter Pan, que en la sexta década del siglo XX horrorizó a muchos dentro   y fuera de Cuba.

Esa realidad ha sido corroborada por testimonios de una parte de sus más de 14 000 niñas y niños víctimas del complot.
 

Los llevaron solos por vía aérea hacia Estados Unidos bajo el supuesto de evitarles un  “adoctrinamiento comunista” que nunca existió.

Abordé ese capítulo en mi libro “Señora Mentira” (Editora Política, La Habana, 2011), donde amplié lo sucedido.

El 26 de diciembre de 1960 en el vuelo 422 de la Pan American llegaron a Miami los primeros cinco infantes cubanos que viajaron a través de la llamada Operación Peter Pan.

 ¿Cómo lo hicieron? La poderosa maquinaria propagandística de Washington bajo la jefatura de sus servicios especiales fabricó y difundió el rumor de que el Gobierno Revolucionario planeaba retirar la educación y el cuidado de sus hijos a los padres.

Simultáneamente, la ilegal Radio Swan, públicamente al servicio de la CIA, comenzó a divulgar una falsa “ley de patria potestad” que achacaban a La Habana.

Junto a ello, la Casa Blanca diseñó otra operación destinada a trasladar miles de niños cubanos a su territorio sin la compañía de sus padres.

Fue una gran maquinación ejecutada por el gobierno estadounidense, un sector de la jerarquía católica y grupos ultraderechistas de origen cubano asentados en la Florida.

Un sacerdote católico estadounidense procedente de Irlanda (después monseñor), Bryan Walsh, fue la cara pública de la Operación muy ligado a sus colegas floridanos y de La Habana.

Una de las misiones que le asignaron, luego de establecida la coordinación con la Casa Blanca fue garantizar las visas de esos pequeños.

A continuación lograron su traslado a Miami en vuelos de la Pan American bajo un código denominado Never-Never Land (La tierra de nunca jamás) y por eso les llamaron los Peter Pan.

Al principio solo enfilaron el plan hacia padres enemigos de la Revolución cubana, pero luego incluyeron a los “preocupados” porque –como decía la propaganda- los embarcaran hacia campamentos juveniles de la Unión Soviética.

Ese trasiego se extendió desde el 26 de diciembre de 1960 hasta el 23 de octubre de 1962, cercano ya el inició de la famosa Crisis que arrancó horas después.

Durante ese último suceso Washington prohibió la actividad de las líneas aéreas entre los dos países, golpe que tan solo en sus inicios dejó a 800 niños a la espera de sus padres en Miami

Con el tiempo, miles fueron enviados a casas de adopción, orfelinatos, establecimientos penitenciarios para delincuentes juveniles de 35 estados de la Unión.

Alex López, una de las víctimas, brindó un amargo testimonio a la revista de la emigración cubana, Correo de Cuba (Año 15, 4to. Trimestre, 2009).

“Hoy sabemos los abusos perpetrados por algunos de nuestros custodios en el pésimo campamento de Matecumbe y Florida City.

“Hoy recuerdo el terror bajo las sotanas pervertidas de curas discípulos, desviados de la gracia de Dios.

“Algunos de nosotros hemos mantenido el silencio, unos por miedo, otros por pena y cobardía.

“Ahora han salido a la luz acusaciones contra monseñor Walsh, por atropellos cometidos.

“En su defensa la vocera de la diócesis de Miami dice que todo es una difamación.

“¿Dónde estaba esta defensora cuando bajo la dirección de Walsh, el cura Joaquín Guerrero se paseaba en la oscuridad de las noches por los dormitorios tapándonos las bocas para que no gritáramos mientras nos tocaba los genitales?

“Dónde estaba esta señora cuando se nos violaba y nos alaban los pelos sin piedad y cuando se nos metía miedo para que no contáramos lo que estaba sucediendo?”

Sin embargo este sábado el Nuevo Herald publicó en Miami una azucarada versión sobre lo que fue aquella experiencia.

Puntuales, dice la nota, empezaron a estacionar sus autos en el parqueo de Camp Matecumbe, al suroeste de Miami.

Son grupos de adultos con una historia común: haber llegado a este país como niños Pedro Pan.

“Camp Matecumbe es una joya oculta que se mantiene intacta en el extremo oeste del Condado.

“Queremos que nuestros residentes conozcan su valor histórico y revivan los más grandes momentos acontecidos en este lugar”, destacó un responsable.

Según el Nuevo Herald, Camp Matecumbe jugó un papel esencial en el esfuerzo que llevó miles de niños a Estados Unidos.

He ahí, de forma concreta e incuestionable, un ejemplo sobre cómo se deforma allá la realidad cubana.

¿Se atreverían a divulgar el testimonio del Peter Pan Alex López sobre aquella otra barbaridad histórica?

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