Abismo entre Montaner y el Papa Francisco

Abismo entre Montaner y el Papa Francisco
Fecha de publicación: 
2 Marzo 2015
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Carlos Alberto Montaner,  viejo agente de los  servicios especiales de Estados Unidos, lo publicó este sábado bajo el titulo “Entre los comisarios y el mercado”.

Se trata del más ardiente canto que haya escrito en honor  a las supuestas virtudes de su amado sistema capitalista.

Comienza lamentando que la mayoría de los artistas e intelectuales españoles va a votar por “Podemos”.

¿Qué es para él esa innovadora y pujante organización? Lo dice con su lenguaje de guerra fría:  neocomunista.

 Afirma que los escritores, artistas y sobre todo catedráticos y estudiantes de ciencias sociales, “se sitúan a la izquierda del espectro político”.

Se colocan, dice también su artículo, en el campo del estatismo, aunque no sucede igual con otras facultades.
Entre estos profesionales y aspirantes a serlo, agrega, abunda más la confianza en el esfuerzo individual que en la gestión del Estado.

Porque esa última, recalca, “ha demostrado que suele ser desastrosa”.

También achacó a ese modo de gobernar la responsabilidad por el aumento de la corrupción, el descalabro económico y los atropellos contra individuos.

¿Acaso un retrato involuntario de la España de hoy a la que su fogoso y critico periodismo no roza ni con el pétalo de una rosa?

Después insistió en su ataque contra los intelectuales y artistas que no se plieguen a su mismo pensamiento.

La inmensa mayoría de ellos, aseguró, depende fatalmente de  cátedras universitarias, subsidios, becas o premios “que suelen ser abonados por medio de presupuestos oficiales”.

“Son jaulas sin barrotes, manifiesta, donde vigilan la inteligencia para que los intelectuales aprendan y repitan consignas”.

Huérfano de conceptos acude lastimosamente al desgastado y machacón lenguaje que hace años Washington les encomendó.

A continuación Montaner preguntó: ¿Es preferible el comisario o el mercado? Los comisarios son despreciables policías del pensamiento.

Un agrio sarcasmo, luego que más de medio mundo sabe los gigantescos recursos utilizados por la CIA para regar a esa clase de policía sobre el planeta.   

No obstante se atrevió a dar un salto con garrocha al escribir con sorpresiva franqueza:

El mercado –la libre preferencia de la sociedad– “no tiene corazón” y los artistas e intelectuales pueden naufragar, “pero hay libertad”.

Autor de una novela que parecería testimonial, Tiempo de Canallas, Montaner cerró su escrito insistiendo: “El mercado es mil veces mejor”.

Casi a la misma hora, en Roma, el Papa Francisco dio a conocer   un discurso que implícitamente pulverizó lo escrito en el Nuevo Herald por Carlos Alberto Montaner.

¿Qué dijo  el Santo Padre?

De acuerdo a una versión de la agencia noticiosa británica Reuters, al hablar ante movimientos cooperativos italianos hizo una profunda crítica al sistema socio-económico actual.

El despacho cablegráfico señala que este sábado volvió a rechazar  la prevaleciente injusticia económica y condenó la "cultura de usar y tirar", propia de ciertas naciones desarrolladas.

Asimismo que abogó  por nuevas formas de reflexionar sobre la pobreza, el bienestar, el empleo y la sociedad.

Mencionó además la "subida vertiginosa del desempleo" y los problemas que afrontan sistemas nacionales de bienestar para satisfacer la atención médica.

Para los que viven "en los márgenes existenciales", dijo Francisco, el actual sistema social y político "parece fatalmente destinado a sofocar la esperanza y aumentar los riesgos y amenazas".

Reuters comentó por su lado que el Papa, nacido en Argentina, “a menudo ha criticado la economía de mercado por fomentar la injusticia y la desigualdad”.

Sobre ello puntualizó que la gente se ve obligada a trabajar largas jornadas, a veces en la economía sumergida, por algunos cientos de euros al mes.

Manteniendo esa idea, pero variando la forma de su discurso,  el jefe de la Iglesia Católica expresó con tono de diálogo:

"¿No te gusta? Vete a casa. ¿Qué puedes hacer en un mundo que funciona así? Hay una cola de gente en busca de trabajo. Si no te gusta, otra persona lo hará".

"Es el hambre, el hambre que nos hace aceptar lo que nos dan", sentenció Francisco.

Resultó muy evidente el contraste entre sus palabras y lo escrito  por ese adalid de la democracia a quien llaman Carlos Alberto Montaner.

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