“Las relaciones entre Cuba y Estados Unidos deben ser entre iguales”
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Al término de la primera ronda de conversaciones sobre temas bilaterales entre Cuba y Estados Unidos, celebrada en la Habana los pasados 22 y 23 de enero, las delegaciones de ambos países identificaron una serie de áreas con grandes potencialidades para establecer acuerdos de cooperación y ayuda mutua. Entre las más significativas se encuentran el enfrentamiento al narcotráfico, la protección del medio ambiente, la prevención de desastres naturales y la lucha contra epidemias.
Con vistas a profundizar en la temática y ante la necesidad de información más detallada sobre este tema, cubaminrex.cu pone a disposición de sus lectores una entrevista exclusiva que un equipo de este portal web realizara al académico Santiago Espinosa Bejerano , Master en Historia contemporánea y Relaciones Internacionales y estudioso del Centro de Investigaciones de Política Internacional (CIPI).
¿Por qué se escogen específicamente las áreas que constituyen amenazas comunes para ambas naciones como primer paso de las negociaciones bilaterales?
Según lo establecido en relaciones internacionales, la cooperación entre los países debe ser en función de aquellos temas que garanticen el cumplimiento de sus objetivos nacionales. Con Estados Unidos sucede algo muy peculiar y es que sus objetivos e intereses nacionales siempre están allende a los mares. Ellos tienen su territorio en continente americano y sus intereses nacionales pueden estar ubicados en África o en el Medio Oriente.
No obstante, sigue resultando incongruente, dada la vecindad geográfica entre Cuba y Estados Unidos, que no exista la posibilidad de establecer acuerdos de cooperación en áreas donde existen amenazas comunes.
Este concepto se aplica con más fuerza después del triunfo revolucionario del 59, específicamente a finales de los años 60, cuando el desarrollo que Cuba alcanza en áreas como la salud, la educación y la seguridad social la convierte en un elemento propicio para establecer este tipo de cooperación.
Sin embargo, debemos tener en cuenta que todavía no existen relaciones oficiales entre Cuba y Estados Unidos. El intercambio entre ambas naciones se mantiene a nivel de secciones de intereses garantizadas por un tercer país, en este caso Suiza, y se realiza a través de contactos puntuales entre diferentes organismo y ante una necesidad eventual.
Esta situación se mantiene a pesar de que Cuba ha reiterado en varias ocasiones la intención de suscribir acuerdos que permitan una acción conjunta en temas de impacto común. Pero estos propósitos han quedado solamente en firmas de cartas de intención debido a la política de Estados Unidos de desconocer sistemáticamente a las autoridades cubanas como interlocutores legítimos.
¿En cuáles de las áreas propuestas existen mayores potencialidades para una futura cooperación bilateral?
En mi opinión existen varias áreas donde podrían iniciarse negociaciones de interés mutuo. En primer lugar se encuentra la trata de personas, dónde es válido señalar la necesidad de que cese el fomento desde territorio estadounidense de la emigración ilegal utilizando embarcaciones precarias o la incitación al secuestro de navíos o aeronaves estatales para estos fines, toda vez que esto ha sido denunciado reiteradamente por las autoridades cubanas.
Otro punto importante es el establecimiento de acuerdos bilaterales sobre temáticas medioambientales, y específicamente, la prevención y lucha contra derrames de hidrocarburos. Adquiere una mayor justificación este punto cuando ambos países poseen zonas de exclusión económicas colindantes con grandes perspectivas de prospección petrolera. Además, un derrame de crudo en el Golfo de México terminaría, irremediablemente, afectando las costas de ambos países.
Un asunto de especial interés por su impacto humanitario es el restablecimiento del correo postal entre las dos naciones, que beneficiaría directamente tanto al pueblo cubano, como al norteamericano, y dentro de este, especialmente a la emigración de origen cubano.
Existen también puntos de similitud que podrían concretarse en un acuerdo común en lo referido a las fronteras aéreas y marítimas…
¿Sobre este asunto existen hechos concretos que pudieran servir de base para un posible acuerdo regulatorio?
Existen varios hechos que señalan las potencialidades para una cooperación bilateral en este campo. Por ejemplo, el caso que se dio hace unos meses con un avión civil norteamericano extraviado, incluso se manejó la posibilidad de que los pilotos estuvieran desmayados. El avión fue inmediatamente escoltado por aeronaves militares norteamericanas. Según la ruta que mantenía el avión, este se dirigía directamente hacia el espacio aéreo cubano.
Ante esto el gobierno de Estados Unidos pidió a las autoridades cubanas acceso a su espacio aéreo para darle seguimiento a la aeronave. Cuba autorizó el uso de determinados corredores aéreos para el seguimiento de este avión, hasta que salió del territorio nacional, rumbo al sur. Es el ejemplo claro de un hecho coyuntural que se resolvió gracias a la voluntad y a la necesidad de ambas partes de cooperar.
Existe otro hecho más elocuente que demuestra la voluntad del gobierno cubano de cooperar con su par norteamericano ante situaciones excepcionales: A raíz del caos que se generó en Estados Unidos debido a los atentados terroristas del 11 de Septiembre del 2001, Cuba ofreció su espacio aéreo, e incluso asistencia médica, para poder garantizar la ayuda humanitaria a las víctimas de estos abominables hechos. Y esto son solo dos ejemplos, muchas cosas más pudieran hacerse.
Estos hechos demuestran la voluntad del gobierno cubano para cooperar…
Te reitero que estos dos hechos, por sí solo, muestran las posibilidades reales que se abren de ampliarse las relaciones de cooperación entre Cuba y Estados Unidos, siempre que estas se realicen entre iguales y en total respeto a la soberanía nacional de Cuba, como ha expresado en reiteradas ocasiones la máxima dirección del país.
Otro punto esencial que se trató en las conversaciones es la salud pública, y en especial el enfrentamiento a diversas epidemias o situaciones de emergencia. ¿Por qué se trató específicamente este tema por ambas partes?
El director de la comunidad de inteligencia de Estados Unidos presenta todos los años un informe dónde expone lo que ellos consideran “amenazas globales” que afectan directamente a los Estados Unidos. Dentro de estas señala la existencia de potenciales epidemias que pudieran incidir directamente en su territorio.
Agrégale a este hecho el indiscutible desarrollo que Cuba ha logrado en materia de salud, así como la atención y el presupuesto que históricamente el gobierno cubano le ha dedicado al tema. Entonces ¿por qué no alcanzar un acuerdo de colaboración que ayudaría directamente a la mitigación de esas amenazas?
En varias ocasiones Estados Unidos ha reconocido la posibilidad de una relación bilateral debido a los altos estándares alcanzados por Cuba en esta materia, y creo, que un hecho que marca la disposición de nuestro país en este sentido es la proposición del líder histórico de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz, a raíz de la devastación que dejó atrás el huracán Katrina, en especial en el estado de Lousiana, de ofrecer la colaboración médica de una brigada creada específicamente para responder a la trágica coyuntura. Para perjuicio del pueblo norteamericano la entonces gobernante administración Bush no aceptó la propuesta, con las sabidas consecuencias humanitarias que generó esta decisión.
Además, es significativo el papel actual que juega Cuba en el enfrentamiento contra la pandemia del Ébola en África, incluso la Subsecretaria de Estado para el Hemisferio Occidental, Roberta Jacobson, la misma que lideró la delegación oficial norteamericana que participó en la primera rondas de conversaciones bilaterales aquí en La Habana, refirió que podríamos desarrollar una amplia cooperación de manera conjunta.
En relación con esta temática, es importante señalar las reiteradas denuncias de las autoridades cubanas sobre la existencia de un programa con patrocinio oficial del gobierno norteamericano para incitar a la deserción de los médicos que se encuentren en misiones de colaboración.
Con la intención de que Cuba pierda un personal que le ha costado años y recursos formar…
Esto no sólo afecta a nuestro país, que invierte sus recursos para la formación de estos especialistas, sino a aquellos países donde brindan asistencia humanitaria y que generalmente poseen situaciones de emergencia sanitaria.
Otro aspecto que constituye un tema sensible para la población de ambas naciones es el tema del narcotráfico y todo el caos que trae consigo. Todos hemos visto con preocupación la situación de México y otros países de Centroamérica. ¿Cómo podrían Cuba y Estados Unidos cooperar en esta área? ¿Existe algún tipo de intercambio bilateral?
El narcotráfico constituye una amenaza común pero no existe en este punto tan sensible para los Estados Unidos un acuerdo de cooperación, aunque si es necesario destacar la existencia de un diálogo directo entre el servicio de guardacostas de EEUU y el Ministerio del Interior de Cuba. Incluso en la Sección de Intereses de la Habana existe un oficial estadounidense de este servicio que sirve de enlace con las autoridades cubanas.
¿Cuándo comenzaron estos intercambios?
Este tipo de intercambio se comenzó a realizar durante el gobierno de la administración Clinton, ante la creciente amenaza que representaba la entrada de la droga para la Seguridad Nacional de los EEUU, pero se mantuvo siempre como un mecanismo puntual de enfrentamiento a la droga y otros delitos conexos.
Estos intercambios puntuales sólo han sido posibles debido al éxito que el gobierno cubano ha tenido en el enfrentamiento a la droga y la protección de sus fronteras, toda vez que es de conocimiento público que varias de las principales vías de entrada de la droga a EEUU se encuentran cerca de territorio cubano.
Esto ha sido reconocido por el Gobierno de los EEUU en los mismos informes en que el Departamento de Estado cataloga a Cuba como país que patrocina al terrorismo. Este es uno de los temas que hace irracional y contradictorio el contenido de este informe, debido a que, si se lee en detalle, primero se reconoce el éxito de la lucha de Cuba contra el narcotráfico, y después de manera inconexa, la irracional declaración de Cuba como país que patrocina el terrorismo.
¿Qué beneficios traería un acuerdo de cooperación bilateral antidrogas para ambas naciones?
Para EEUU representaría llegar a un acuerdo con un interlocutor capaz y serio, que además posee un sistema antidroga de reconocido prestigio en la región y con una demostrada eficacia en la lucha antinarcóticos. Cuba tiene acuerdos de este tipo con más de 25 países y desde el año 1993 pertenece al convenio de lucha antidroga de la Naciones Unidas
Conseguiría una mayor protección de sus fronteras aéreas y marítimas, un mayor intercambio de informaciones en tiempo real que aumentaría la eficacia de sus propias operaciones.
Además ambos gobiernos podrían extender el acuerdo hacia una cooperación médica-sanitaria que redunde en esfuerzos conjuntos para establecer tratamientos a pacientes en estado de rehabilitación, que provengan no sólo de los dos países, sino de terceros.
Se obtendría por ambas partes una información más detallada de los nuevos medios y vías utilizados por el narcotráfico.
¿Que ganaría Cuba? Entrenamiento, acceso y adiestramiento en tecnologías de punta, así como un mayor intercambio bilateral en la materia.
En mi opinión es la temática en la cual más se ha avanzado y la que tiene mayores perspectivas para un futuro acuerdo bilateral. Además la evolución de mecanismos puntuales hacia un acuerdo de lucha antinarcóticos, con base en la idea expresada por Cuba de negociación entre iguales, sería de amplio provecho para nuestros respectivos pueblos, así como tendría un impacto decisivo en la reducción de este flagelo en la región.
El próximo año se realizarán elecciones presidenciales en Estados Unidos y siempre existe la posibilidad de que gane el candidato del Partido Republicano. Teniendo en cuenta las opiniones negativas de los pre-canditados de dicho partido respecto al cambio de política respecto a Cuba ¿Cuál sería el futuro de los acuerdos que resulten de las negociaciones bilaterales?
Lo primero que debe quedar claro es que el presidente Obama no tomó esta decisión porque es bueno o porque ama a Cuba y a su pueblo. Los propósitos siguen siendo los mismos, y no lo digo yo, ellos se han encargado de hacerlo público cada vez que han tenido la oportunidad de hacerlo.
Sobre el escenario que me planteas resulta muy difícil pronosticar qué sucedería con este proceso en el caso de que un republicano gane la presidencia en el 2016. Lo que sí es seguro es que ese presidente tendría que estar dispuesto a asumir un elevado costo político si llegara a proponerse desmontar todo o parte de lo que se logre en el proceso de negociaciones. Porque más allá de lo que se diga no existe una diferencia real entre el Partido Republicano y el Demócrata, esto es un solo partido que tiene nombre de dos. En el fondo ambos comparten los mismos intereses solo que los expresan públicamente de manera diferente.
Otro elemento a tener en cuenta es que Estados Unidos y sobre todo la administración Obama necesitaban dar un paso que le facilitara un respiro en términos de política exterior y a mi entender el caso más factible era Cuba. No es necesario analizar mucho el escenario para entender que el gobierno estadounidense está empantanado hace años en Afganistán, está inmerso en las negociaciones a 6 bandas con Corea de Norte, está en negociaciones también con Irán, ve con preocupación el fortalecimiento de la alianza entre Rusia y China, no es ajeno a la proyección de los países que integran el llamado grupo BRICS y lo que ellos consideran una disputa directa por los espacios que históricamente ha considerado como propios.
Por lo tanto, el anuncio del día 17 fue un paso audaz e inteligente que además para el presidente Obama no representa ningún costo político porque ya no le es posible volver a reelegirse. Sino ¿Por qué lo hizo en su segundo mandato? Obama se va como el presidente que tuvo el valor de dar el paso decisivo. Puede venir otro e intentar revocarlo pero tendría que buscar un pretexto muy fuerte porque este proceso no representa una victoria solo para el pueblo cubano sino también para los diversos sectores que dentro de Estados Unidos promueven y defienden las relaciones con Cuba.
Además hay otro elemento importante, con esta decisión Estados Unidos comienza un proceso de mejoramiento de las relaciones con América Latina, porque las relaciones estadounidenses con la región siempre han estado marcadas por su conflicto con Cuba.
Actualmente nuestro país está presente en la mayoría de los sistemas de integración de América Latina, y eso es un elemento de peso. Por todas estas razones considero que sería muy complicado para un supuesto presidente republicano revocar el actual proceso.
*Este investigador ha sido reconocido por sus conferencias en destacados eventos internacionales tales como LASA 2014, WOLA 2014, Conferencia de Ciberseguridad - Pekin 2012. Ha publicado trabajos en diferentes medios de la región como Cuadernos de Nuestra América y la Revista Norteamérica del CISAN-UNAM.
*La opinión del autor no coincide necesariamente con la de Cubaminrex.cu
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