El Nuevo Herald: Doctorado en tergiversación

Hace varios meses, por ejemplo, como está huérfano de ética, ha venido insinuando que Fidel Castro afrontaba graves problemas de salud.

Pero fue aún más lejos, y sin el menor recato se atrevió a deslizar que estaba muerto.

Su primer fracaso en esta ocasión se produjo cuando el líder histórico de la Revolución escribió una carta al astro del fútbol argentino, Diego Armando  Maradona, durante su reciente estancia en La Habana.

El propio Maradona exhibió en enero su texto por televisión antes de abandonar la isla junto al reconocido periodista uruguayo   Víctor Hugo Morales.

Ahora Fidel Castro recibió en su hogar al presidente de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU), Randy Perdomo García.

 
¿Cómo, según la agencia francesa AFP, reflejó este lunes el Nuevo Herald lo acontedido?

Su título fue “Cuba publica primeras fotos de Fidel Castro   en casi seis meses”, para tratar de conferir un mínimo de credibilidad a su campaña.

Pero además, indica cínicamente el periódico, en un intento de acallar los rumores sobre un pretendido deterioro de su salud.

No menciona, como era de esperar, que sus páginas han sido generosas cómplices de esa sostenida maquinación.

En otro renglón menciona al diario oficial Granma, así como a  otros medios oficiales cubanos, y al dirigente de la oficialista FEU.

¿Mensaje? Todo es “oficial” en la isla-Infierno que el Herald y otros medios han vendido miles de veces a lo largo de años.

Y para el Herald, ¿quiénes son  “independientes? ¿Acaso los medios que manejan millones de dólares y están subordinados al sistema imperante?

Una nota del rotativo, que acompaña fotos, escrita por  el joven Perdomo García, dice  que el encuentro se realizó el viernes 23 de enero, en la casa de Castro.

El Nuevo Herald, por su lado, comentó que el silencio de Fidel Castro sobre la histórica aproximación cubano-estadounidense iniciada el 17 de diciembre, “levantó rumores sobre su muerte a comienzos de enero”.

Temerario sarcasmo, pues fueron precisamente sus páginas las que estuvieron al frente de esa cruzada.

Por algo, con diploma de oro y otros honores, sus redacciones finalizaron un doctorado  en tergiversación.