Eduardo Galeano: La voz de la mano con que escribe ( + Fotos y videos)

Eduardo Galeano: La voz de la mano con que escribe ( + Fotos y videos)
Fecha de publicación: 
18 Enero 2012
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Fotos: Omara Mederos

Nunca había vivenciado modo tan terrenal de presenciar una lectura como la de este martes. Y quizás justo por estar literalmente a ras de tierra, sentada en el suelo, apretada junto a otros y escoltada por zapatos de los más diversos modelos y números, fue que sentí en una dimensión nueva las angustias y el apego de ese hombre inmenso que es Eduardo Galeano a los sinsabores y sabores de esta América nuestra.

 

El contexto fue el salón Che Guevara, de la sempiterna Casa de las Américas, a la que el uruguayo agradeció especialmente “el calor humano que mi Casa,la Casade las Américas, me ha brindado siempre”. Eran cientos los congregados, también estaba repletala Sala Manuel Galich -donde en tiempo real transmitirían el audio-,  y otros tantos los que no tuvieron la suerte en ninguno de los dos salones y aguardaban en las afueras dela Casapara escucharlo por los altavoces allí situados.

 

No obstante lo multitudinario de la concurrencia, cuando Galeano, presentado por Retamar, pronunció las primeras palabras ante el micrófono, solo se oían, como picoteo de palomas, los obturadores de las cámaras. Fue un silencio de reverencia y aplausos el que acompañó al orador durante las cerca de dos horas en que dio lectura a breves relatos de su libro inédito “Los hijos de los días”, y también del libro “Espejos. Una historia casi universal”.

Galeano agradeció a la institución el haberle concedido el premio de narrativa José María Arguedas 2011 por “Espejos

 

Ese fue el encuentro de este multipremiado autor con el pueblo cubano, antes de que el jurado del Premio Casa que preside se encamine a Cienfuegos para sus deliberaciones. Agradeció a la institución el haberle concedido el premio de narrativa José María Arguedas 2011 por “Espejos”, cuya edición cubana fue puesta a la venta al concluir el encuentro.

 

A ese escritor peruano y a Juan Carlos Onetti dedicó, con emotivo verbo, sus lecturas, indicando que era un modo de “estrecharles las manos con que escriben, porque aunque parece que se fueron, son bastante quedados”. Con tal decir, Galeano evocaba la frase anotada por Arguedas sobre Onetti en su novela última, una suerte de diario: “Ahora estoy en Santiago de Chile, pero querría estar en Montevideo, y encontrarme con Onetti para apretarle la mano con que escribe”.

 

El uruguayo narró a los presentes que al leerle esa frase a Onetti, ambos permanecieron un rato callados “y cuando alcé la cabeza, vi que un tajo de humedad le atravesaba la cara. Creo que fue la única vez que lo vi emocionado.”

Eduardo Galeano en la lectura de algunos fragmentos de sus dos nuevos libros

 

Sobre el libro “Los hijos de los días”, comentó que es como las hojas del calendario, y por cada uno de los 366 días del año hay una historia, “que puede haber sucedido 200 años antes de cristo o la semana pasada, no importa cuándo, pero ese día”. El título del volumen es en homenaje a la cultura maya, a la que calificó de deslumbrante y poseedora de profundísimas verdades.

 

 

Con voz tan expresiva como su escritura, el autor leyó, de “Los hijos…” y también de “Espejos” algunos de sus cortos relatos, y eran tan elocuentes la entonación, las pausas, que parecía que las palabras le nacían acabadas de inventar, oliendo a significados más ambiciosos que en su concepción original. Y de nuevo estaba la ironía, sutil cual buena navaja; de nuevo las recurrencias a la muerte, hora vestida  de heroísmo, hora de miserias humanas. América Latina su protagonista, una vez más arropada con la ternura, el siempre asombro y también la indignación por quienes la mancillan.

 

Retamar obsequia a Galeano pintura de Fabelo

 

Intelectuales y artistas de renombre compartieron espacio con jóvenes, muchísimos jóvenes, que colmaron el salón y, desde el respeto y la reverencia aplaudieron con júbilo textos como el que asegura que Adán y Eva eran negros pero “Quizá nos negamos a recordar nuestro origen común porque el racismo produce amnesia”, o aquellos otros donde se aborda de manera singular el tema de la emigración, el de la belleza, la prensa, o aquel dedicado a Roque Dalton en que sentencia: “los militantes que matan para castigar la discrepancia son tan criminales como los militares que matan para perpetuar la injusticia.”

 

El humor de Galeano contaminó La casa

 

No faltó tampoco el humor, ese certero y ágil que respeta la agudeza del destinatario, y al leer del Día septiembre 15 de 2008, comenta de una nota “con un título conmovedor, en plena crisis: Adopte un Banquerito” , el propio Galeano se interrumpía con su risa y se excusaba “es que no puedo con mi propia maldad”. Quizás hablaba de “maldades” como la de preguntar con “inocencia”: “¿Por qué será que el Che tiene esta peligrosa costumbre de seguir naciendo?”

 

Galeano con sus ojos azulísimos sobre la camisa azul, recortado ayer contra el Árbol de la Vida de la Casa de las Américas quizás sea el motivo de algún relato corto por escribir en futuros Espejos. Ahora, con más razones, que eso son sus dos nuevos libros,  imprescindibles transfusiones de sensatez y verdades para esta América Latina de venas abiertas.

 

Comentarios

Saludos, conocí del profesor Galeano por Chavez y Fidel, que bueno que este entre nosotros. Como me gustaria poder tener en mis archivos sus libros, pues soy profesor universitario, resultaría de gran útilidad. Mucha salud para Ud profe Galeano y exitos multiplicados. He intendado bajar algunos de sus libros desde Cubadebate pero no lo he logrado. Gracias mil por sus sabias reflexiones. Atte Tony

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