Veracruz en caliente: A un vellocino de la escoba inicial con disparos

Una mecánica rigurosa que llevó a los exponentes del tiro deportivo a iniciarse con el pie derecho, pues de cuatro coronas posibles se agenciaron tres, por una los aztecas. Imposible desprenderse de ese comparativo, pues será la carrera perenne hasta la ceremonia de clausura de Estos XXII Juegos Centroamericanos y del Caribe.

No importa si desde la sede central de Veracruz no salió transporte alguno para la subsede de Xalapa. Mar mediante, semejante performance no podía recalar en el silencio, pasar desapercibido.

Contrario a lo que pudieron esperar algunos fueron los hombres de la pistola y no las muchachas del fusil, quienes, liderados por Jorge Grau estuvieron en tarde cuasi perfecta. Grau terminó primero en la clasificatoria (551 puntos), y a su rendimiento se sumaron Guillermo Pías (532) y Eliécer Mora (529), válidos para totalizar 1 612 rayas con 22x (disparos en el mismo centro de la diana, como parte de la modalidad libre a 50 metros.

Distantes de ese rendimiento se colocaron en la segunda y tercera posiciones, por ese orden, Venezuela (1 598-21x) y Guatemala (1 560-12x). Luego en la final el propio Grau elevó su reciente récord en la Copa de las Américas para segmentos decisivos de 192.5 unidades a 193.7.

Nada que hacer para el venezolano Marcos Núñez (180.8) y el colombiano Alex Peralta (161.0), relegados a la segunda y tercera plazas, respectivamente. Los también cubanos Mora (68.0) y Pías (124.5), terminaron en respectivas octava y quinta posiciones, con antillanos en calidad de únicos representantes capaces de incluir a sus tres efectivos entre los ocho agraciados en la definición.

Se cumplió entonces el presagio previo de Grau: “Después de esa visión la Copa hay mucha más cohesión en el equipo, todos estamos claros de nuestros objetivos (intentar barrer con los cuatro títulos posibles) y saldremos a materializarlos desde el primer disparo”.

Pensamientos acuñados por el entrenador Vicente de la Cruz: “Nuestros muchachos estuvieron casi un año y medio sin disparar bajo los requerimientos del sistema electrónico, sin estudio de rivales ni confrontación. Aún así dieron una demostración de su elevada potencialidad. Esa experiencia reciente contribuirá a mejorar sus puntuaciones en Veracruz, otro termómetro con vistas a los panamericanos de Toronto 2015 y un peldaño más en su evolución, en la búsqueda de un acercamiento al primer nivel mundial.

Rindieron sus dividendos las investigaciones sobre su plataforma de simetría y demás características posicionales. Es la pistola libre la modalidad donde existe mayor seguridad. Abrir con ella y un buen rendimiento será crucial en nuestras intenciones de barrer”, y definitivamente lo consiguieron.

En materia de blancos deshechos los disparos no anidaron donde Eglys de la Cruz, Dianelys Pérez y Linet Aguilar hubiesen querido. Su acumulado en el rifle de aire por equipos (1 224.2 puntos) en la Academia de Policía El Lencero, solo les alcanzó para colocarse en la tercera posición. México (1 228.4) y El Salvador (1 225.4) ocuparon las dos primeras plazas entre las siete armadas en concurso, al mismo tiempo que individualmente la venezolana Liliana Méndez (413.5) comandó las acciones preliminares.

Por las nuestras, justamente Eglys fue la de mejor rendimiento (quinta-409.9), seguida de Aguilar (séptima-408.4) y Pérez (décima-405.9) por lo que únicamente las dos primeras accedieron a la final individual de esta tarde, en la que también pugnarán las anfitrionas Salma Maricruz Ramos (segunda-412.2), Gabriela Martínez (tercera-410.7), las salvadoreñas Ivette Pérez (cuarta-410.2) y Elizabeth Ramírez (409.7), y la puertorriqueña Yarimar Mercado (407.1).
Hasta que borrón y cuenta nueva, las finales son harina de otro costal y en ellas la espirituana Cruz destierra sus miedos, encierra la presión en uno de sus proyectiles y se transforma en una bestia.

“Hay que estar en el lugar y tirar lo mejor posible a la horade la verdad. Llevo ambas modalidades a la par en los entrenamientos, especialmente luego de la nueva reglamentación en finales. Comenzar de cero, nervios de acero, otra competencia en definitiva”, dijo Eglys.

Esas fueron sentencias durante su última sesión de prácticas en el polígono Enrique Borbonet. Aterrizó entonces en la Academia de policía El Lencero, desenfundó su fusil y solo dos de sus disparos finalistas recibieron calificaciones inferiores a los diez puntos. ¿Su acumulado final? Impresionantes 206.1 unidades, de nivel mundial incluso, victoria inobjetable y nada que hacer para la salvadoreña Elizabeth Ramírez (203.4) y la también cubana Linet Aguilar (181.7).
Este domingo el peso de mantener esa contundencia inicial recaerá en los mismos tres pistoleros en la modalidad de aire y en los fusileros del propio evento, ambos a la distancia de diez metros