Teatro cubano de luto: Falleció Vicente Revuelta

Teatro cubano de luto: Falleció Vicente Revuelta
Fecha de publicación: 
10 Enero 2012
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El teatro cubano ha perdido hoy a uno de sus mayores protagonistas, a uno de los más grandes creadores de toda su historia: el actor, director y pedagogo Vicente Revueltas, que falleció en La Habana a los 82 años.

Junto a su hermana Raquel, Vicente marcó una etapa intensa de la escena nacional: la renovación de los códigos formales y los espectros temáticos. Fundador del célebre grupo Teatro Estudio, se le considera uno de los imprescindibles de la vanguardia teatral cubana.

Fue director de montajes antológicos de obras nacionales e internacionales. Y su labor se completó con un destacado desempeño como pedagogo. De hecho, Vicente estaba considerado como el más importante maestro del teatro cubano.

Comenzó su carrera artística como cantante, a la edad de 7 años, en un concurso de aficionados en el Teatro Principal de la Comedia y luego en programas de radio. Como actor realizó su primer papel en el grupo ADAD en la obra Prohibido suicidarse en primavera, de Alejandro Casona, en el año 1946.

En 1950, como parte del grupo Escénico Libre dirige su primera obra El recuerdo de Berta, de Tenessee Williams. En 1952 viajó a Europa a realizar estudios en la escuela Anexa a la compañía de Jean Louis Barralt en París, en el Taller de Arte Dramático de Tania Balachova. También recibió clases de pantomima y expresión corporal con Etienne Decroux.

Viajó por Italia y se integró a un curso de verano en la Escuela de Cinematografía de Roma (Cinecitá). A finales de 1954 regresó a Cuba y se incorporó a la sociedad cultural Nuestro tiempo, donde ofreció seminarios, conferencias. Con esa institución, publicó cuatro números de cuadernos de cultura teatral.

En 1958 fundó, junto a Raquel, el grupo Teatro Estudio, que significó un salto cualitativo dentro de la escena cubana. Con el triunfo de la Revolución, consolidó su trabajo al dirigir decenas de puestas, en las que ocasionalmente actuaba.

Muchas de esos montajes forman parte de la mejor antología de la escena nacional: Juana de Lorena, Largo viaje de un día hacia la noche, El alma buena de Se Chuan, Fuenteovejuna, Madre Coraje y sus hijos, La noche de los asesinos, Santa Juana de América, La duodécima noche, Cuento del zoológico, Galileo Galilei…

Recorrió el mundo con su arte, siempre como exponente del nuevo y más renovador teatro cubano. Montó espectáculos en varios países y dictó conferencias en casi todas las naciones latinoamericanas.

Como profesor, ofreció cursos y preparó actores en varios grupos e instituciones culturales. El Instituto Superior de Arte lo nombró Doctor Honoris Causa en Arte.

Vicente Revueltas recibió junto a Raquel el primer Premio Nacional de Teatro otorgado en Cuba. Desde 1988, ostentaba la Orden Félix Varela, la más importante que se otorga en el país a personalidades de la cultura y el pensamiento.

 

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A los 17 años el paradigmático actor, uno de los más referenciados por la crítica especializada del país, comenzó su carrera en la tablas con el grupo ADAD en la obra Prohibido suicidarse en primavera, de Alejandro Casona.

 

Obras de Shaw, Wilder y Saroyan siguieron a esta primera incursión en la escena, que continuó con su participación en los elencos de Teatro Universitario, el Patronato del Teatro y Las Máscaras.

 

La voz humana de Jean Cocteau fue la primera pieza que Revuelta dirigió en los comienzos de la década de los cincuenta, experiencia que dio paso a la puesta de  Recuerdos de Berta de Tennessee Williams, con el Grupo Escénico Libre.

 

Luego de trabajar en la radio y la televisión nacionales, Revuelta visitó Europa, donde se relacionó con la labor del Teatro Nacional Popular en París y con el Taller de Arte Dramático de Tania Balachova, incursionó en el sistema de Stanislavsky y entró en contacto con el teatro de Brecht.

 

A su regreso a Cuba en 1954 impartió seminarios y conferencias en la Sociedad Cultural Nuestro Tiempo, en la cual fue director de la Sección de Teatro junto a Nora Badía. Cuatro años más tarde fundó, junto a su hermana, la actriz Raquel Revuelta, el grupo Teatro Estudio, líder de la vanguardia teatral cubana, proyecto que incluyó una academia que contribuyó decisivamente a la formación de muchas de las más destacadas figuras de las tablas cubanas.

 

En la década del 70 protagonizó la experiencia del grupo Los Doce, que exploró los presupuestos del teatro de Jerzy Grotowski y las vanguardias teatrales del momento, y desarrolló algunos otros talleres experimentales.

 

Múltiples fueron los reconocimientos que resaltaron la labor de Revuelta como actor y director, entre los que llaman la atención el grado de Doctor Honoris Causa en Artes otorgado por el ISA, Universidad de las Artes, en el año 2000; el Premio Nacional de Teatro junto a  Raquel (1999); las órdenes Félix Varela (1988) y Alejo Carpentier (1982); el Tinajón Camagüeyano por la dirección de En el parque (1986); o el premio Espada de Oro, Bulgaria (1979).

 

A propósito del aniversario 80 de Revuelta, celebrado el pasado 2009, el actor Roberto Gacio expresó: “Vicente Revuelta es un artista, un verdadero creador y ciertamente un intelectual. Cuando estas tres condiciones se conjugan en un actor o actriz, se está hablando de un paradigma de la actuación dentro del movimiento escénico de un país”.

 

Por su parte, Corina Mestre le comentó a Marilyn Garbey que “Vicente era un actor gigante”, y justamente en el homenaje por sus ocho décadas de existencia, la crítica planteó sobre la labor de Revuelta: “Ese Vicente teatral que conocí se arriesgaba en cada intento y era lo que más me incitaba a seguirlo. Su inconformidad desataba mis simpatías por el hombre cuyo comportamiento cuestionaba a cada instante. Su necesidad de diálogo con los más jóvenes me lo mostraba desprejuiciado, abierto a la vida. Su capacidad para cometer errores y admitirlo, lo humanizaba ante mis ojos.

 

Confesar su aburrimiento lo acercaba más porque esa es una sensación que, con frecuencia, no puedo evitar. Su inteligencia para analizar el contexto en que vivía me deslumbraba. Su ironía provocaba mi risa, sin dejar de compadecer a la víctima del sarcasmo”.

 

Pero quizás, la mejor manera de recordar la vida y obra de quien contribuyó a revolucionar la escena nacional sea regresando sobre sus postulados en torno al arte al que dedicara sus energías: “el teatro necesario es aquel que sea capaz de crear condiciones para la libertad humana devolviendo la genuina frescura a los espíritus, poniendo a los jugadores (actores y espectadores) en aptitud de tomar por sí lo útil sin ofuscarlos ni empujarlos por vías ya marcadas”.

 

Dirección de Comunicación del ISA

 

Comentarios

FÍSICAMENTE SE NOS FUE, PERO SIEMPRE ESTARÁ PRESENTE ESTA GLORIA DE CUBA, DESCANSE EN PAZ NUESTRO VICENTE REVUELTA.

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