Bailarines de varias latitudes en el Teatro Nacional de Cuba
Bailarines de Cuba, Puerto Rico, Argentina, Bélgica, Chile, Estados Unidos y Alemania participaron en la función concierto realizada en la Sala Covarrubias del Teatro Nacional como parte del XXIV Festival Internacional de Ballet de La Habana.
En el programa sobresalió la interpretación de la cubana Xiomara Reyes, primera bailarina del American Ballet Theatre, quien junto a Carlos López, ofreció Coppelia, de Arthur Saint-Léon, en su despedida de los escenarios cubanos.
Xiomara, quien se retirará del ballet activo en Estados Unidos, en la primavera del 2015, recibió una ovación del público por su carismática danza, elegante y precisa.
Eduardo Blanco, prolífico coreógrafo del Ballet Nacional de Cuba (BNC) prestigió la noche con el estreno mundial de Pulso Romántico, un pas de deux a cargo de Chanell Cabrera y Yankiel Vázquez, un pasaje tierno y lleno de frescura acerca de una intensa relación de pareja.
El joven Luis Valle, de la compañía cubana, también se ganó el favor de la audiencia en un Cascanueces, en el cual acompañó a la boricua Laura Valentín.
Otra pareja que agradó mucho por su plasticidad y precisión fueron los argentinos Carla Vinceli y Juan Pablo Ledo, del Ballet del Teatro Colón.
Sorprendieron por su dúo enérgico y veloz fueron los belgas Aki Saito y Wim Vanlessen, en In the middle somewhat elevated, del norteamericano William Forsythe.
Preludios en la noche, coreografía de Maysabel Pintado, ex bailarina de la Compañía de Litz Alfonso, acerca de las relaciones entre los humanos, cerró la función.
Esta pieza dio oportunidades para el lucimientos de los jóvenes del BNC Regina Hernández, Gabriela Mesa, Leticia Silva, Estheysis Menéndez, Aljandro Silva, Leandro Pérez, Manuel Verdecia y Yankiel Vázquez.
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