El bloqueo a Cuba (pinceladas)
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¿En qué momento se habló por primera vez de esa política de cerco a la isla? El 22 de enero de 1959, cuando un periodista mejicano en rueda de prensa le formuló la siguiente pregunta a Fidel Castro:
¿Cuál sería la posición de Cuba ante un posible bloqueo económico alentado desde la Casa Blanca? “¿Tomaremos, contestó el dirigente revolucionario, las medidas que las circunstancias demanden”.
Un reciente editorial del periódico The New York Times, que antes incluso abogó por terminar con esa política, dijo que esta les ha ayudado a “excusar sus fallas”.
Voceros de distintas administraciones de la Casa Blanca han repetido esa idea en Washington, la ONU, la OEA y sus medios “independientes” de difusión masiva.
Al descrito punto de vista La Habana ha respondido varias veces con un sereno emplazamiento: si el bloqueo nos ayuda, deténganlo.
Incluso ha llegado a sugerir lo suspendan 12 meses y después, a manera de experiencia, se examine qué sucedió durante ese tramo, pero la Casa Blanca guarda silencio.
El objetivo estadounidense al emprender ese camino, dicho abiertamente por sus estrategas, ha sido derrocar al gobierno de la isla, “hacer un cambio de régimen”.
Al margen de los hondos errores que más tarde la empujaron a desaparecer, la Unión Soviética devino trascendental obstáculo para la materialización de aquellos planes.
Y su “embargo” no se inició en febrero de 1962, como ha dicho muchas veces su propaganda, sino desde 1959, según denunció Che Guevara el ocho de septiembre de aquel año.
¿Motivo de esa embestida que se extiende hasta la actualidad? Cuba dejó de ser una neocolonía de Estados Unidos, comenzó un programa de justicia social para la inmensa mayoría y un camino independiente.
Demasiado para su ex metrópoli, que basada en la extrema dependencia que tenía la isla del mercado estadounidense, decidió ahogarla económicamente.
Fueron montando un bloqueo, bautizado con el nombre de “embargo”, al que finalmente llevaron a la más atroz expresión.
Fueron tan lejos a inicios de la década del 90 del siglo pasado, que hasta gobiernos componentes de la OTAN, mostraron públicamente sus inquietudes al respecto.
A la vanguardia de aquella cruzada estuvieron la ultraderecha del Congreso estadounidense y la de origen cubano de Miami.
Esa última no ha tenido a menos echar mano a cualquier vía para alcanzar su fin, que es evitar toda modificación al cerco.
A las 22 veces que desde 1992 la Asamblea General de la ONU ha repudiado el bloqueo de Estados Unidos a Cuba, y exigido su entierro, hoy 28 de octubre de 2014 debe unirse la 23.
El aislamiento de los gobernantes de Washington en este frente resulta, sencillamente, impresionante, y los esquizofrénicos políticos del Capitolio y Miami no son ajenos a ello.
* Nicanor León Cotayo ha publicado varios libros sobre el tema del bloqueo de Estados Unidos a Cuba: “El bloqueo a Cuba”, “Sitiada la esperanza”, “¿Se quiebra la esperanza?“, y “Resiste la esperanza”, todos publicados por la Editora Política y traducidos al inglés, holandés e italiano. Además. Los dos últimos fueron presentados en escenarios de Holanda e Italia.
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