Cuba abanderada de la solidaridad en lucha contra el ébola

Durante la Cumbre Extraordinaria del ALBA sobre el Ébola que sesiona ahora en La Habana, preparada en el breve lapso de unos diez días, el médico británico David Navarro, designado como alto coordinador del Sistema de Naciones Unidas en la lucha contra el ébola, reconoció, en nombre del secretario general de la ONU, que el gobierno de Cuba ha tomado el liderazgo en el enfrentamiento a esta grave situación internacional.

El doctor Navarro abundó sobre la respuesta cubana, que calificó de extraordinaria y aseguró que la cantidad de profesionales de la salud enviados a los países africanos infectados es mayor que la aportada por cualquier otra nación. “Hacemos un llamado –dijo dirigiéndose a la comunidad internacional- para que sigan el liderazgo del ALBA, particularmente de Cuba y Venezuela, quienes han representado un gran ejemplo por su rápida respuesta”.

Al reconocimiento de las Naciones Unidas  a la mayor de las Antillas se suman muchas otras voces, entre ellas, la del New York Times, en cuyo editorial de este domingo reconoce que aun siendo Cuba un país pobre y a siete mil kilómetros de los países africanos, “podría terminar jugando el papel más destacado entre las naciones que están trabajando para refrenar la propagación del virus”.

Resulta bien interesante el editorial de este importante periódico estadounidense donde se califica de lamentable la no existencia de vínculos diplomáticos entre Washington y La Habana. Tal adjetivo se sustenta, argumenta el rotativo,  en que  el imperio del norte es el principal contribuyente financiero a la lucha contra el ébola, a la vez que Cuba “podría terminar desempeñando la labor más vital. En este caso, la enemistad tiene repercusiones de vida o muerte, ya que las dos capitales no tienen mecanismos para coordinar sus esfuerzos a alto nivel”.

“Para la administración Obama, este dilema tiene que enfatizar la idea de que los frutos de normalizar la relación con Cuba conlleva muchos más beneficios que riesgos”, subraya el Times en su editorial.

En su discurso inaugural de la Cumbre Extraordinaria del LABA, el presidente cubano Raúl Castro, recordaba por su parte, la necesidad de una voluntad integradora, de organización, planificación y articulación del trabajo no solo asistencial y curativo, sino preventivo. “La manera de evitar ser afectados por el virus es prepararnos intensamente y trabajar colectivamente en las Américas en medidas preventivas y de manejo de la enfermedad para evitar su propagación”, sentenció.

Como parte de esta voluntad solidaria y colaborativa, el presidente cubano anunció que  mañana  martes  21, partirán rumbo a Liberia y Guinea, otras dos brigadas de personal médico cuyas avanzadas ya se encuentran en ambos países.
Más adelante, el ministro de salud cubano, doctor Roberto Morales, detalló en intervención ante el plenario, que sumaban 53 los cubanos hacia Liberia, y 38 aquellos que llegarían a Guinea Conakry.

El titular cubano de salud precisó que ante la solicitud  de ayuda del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y de la doctora Margaret Chan, directora general de la Organización Mundial de la Salud, la respuesta de Cuba estuvo encaminada a mantener las 32 brigadas que laboral en África con más de 4 mil colaboradores y, además, al envío de 256 profesionales de la salud del Contingente Internacional de Médicos Especializados en el Enfrentamiento a Desastres y Grandes Epidemias Henry Reeve, a los países afectados, de ellos 165 ya en Sierra Leona.

Mañana, a esta hora, casi un centenar de cubanos más estará surcando el cielo rumbo a África. No buscan aplausos ni elogios de dignatarios o personalidades mundiales. Los mueve ese hondo amor al prójimo, esa solidaridad hacia todos los que sufren, que no todos en el planeta tienen la entereza para convertirla en práctica más allá del discurso, y que,  día a día, cultiva esta pequeña isla inmensa.