Benicio del Toro dedicó premio Donostia a su natal Puerto Rico

Benicio del Toro aseguró este viernes que sintió «el dolor» causado por Pablo Escobar a Colombia, al encarnar al famoso narcotraficante en la película Escobar, Paradise Lost, presentada en el festival de San Sebastián, donde el actor recibió el premio honorífico Donostia.

«Yo sentí ese dolor que pasó por Colombia. Cualquiera que lea sobre Pablo Escobar y sea un ser humano, lo va a sentir», afirmó el actor estadounidense, de origen puertorriqueño, que recibió este viernes el premio Donostia por toda su carrera.

Del Toro recibió el galardón, una réplica de las farolas que adornan el paseo de la playa de la Concha, en un acto en el centro Kursaal de San Sebastián, de manos del actor cubano Jorge Perugorría.

«Cuando uno ve la lista de nombres que han recibido este premio, se me llena la cabeza de preguntas: ¿Por qué? ¿Cómo?», dijo Del Toro.

«Y me contesto a mí mismo: el esfuerzo» que ha hecho, afirmó el actor, que dedicó el galardón «al pedacito de tierra de donde vengo, donde nací, donde aprendí a jugar y a compartir, donde fui al cine por primera vez…, se lo dedico a Puerto Rico».

Del Toro presentó este viernes en el certamen donostiarra Escobar, Paradise Lost, donde encarna al famoso jefe del cartel de Medellín colombiano, muerto en un tiroteo en 1993.

La película se centra en la época crepuscular de Escobar, tras decidir acercarse a la política, a través de la historia de un joven surfero estadounidense, interpretado por Josh Hutscherson, que se enamora de la sobrina del narcotraficante, encarnada por la española Claudia Traisac.

La cinta se ha proyectado dentro de la sección paralela «Perlas» del certamen donostiarra.

«Arrodilló a un gobierno»

Del Toro aseguró que una de las cosas que le atrajeron del guion, escrito por el director de la cinta, Andrea di Stefano, «es cómo toca un pueblo, cómo vende una esperanza a un pueblo», y el momento elegido para ambientar la cinta, «que es cuando él se vuelve político, y ese es un momento muy crucial en su historia».

«Llegó a ser como el Joker en un cuento de Batman. Arrodilló al gobierno de un país», añadió Del Toro, que estuvo acompañado en la rueda de prensa por el resto del elenco de la película.

El actor ya sabe lo que es encarnar a personajes históricos, tras interpretar al Che, en las dos entregas sobre el revolucionario argentino dirigidas por Steven Soderbergh, con el que ganó el premio al mejor actor del festival de Cannes en 2008.

Del Toro confesó que «la película del Che fue la más difícil, la más complicada» de una carrera personal, que despegó a mediados de los años 1990 con la cinta Sospechosos habituales, de Bryan Singer, tras algunos papeles más pequeños en la década anterior.

Luego llegarían películas como Traffic, por la que ganó un Oscar al mejor actor secundario, entre otros premios; 21 gramos, Sin City o El hombre lobo.

Trabajo en equipo

«Tuve la oportunidad de trabajar con directores y guionistas que estaban dispuestos a explorar distintas cosas», aseguró el actor, que hizo las delicias de muchos de sus seguidores prestándose a hacerse fotos con ellos y a firmar autógrafos.

El actor, de 47 años, no cierra las puertas a la posibilidad de interpretar más papeles de personajes históricos, pero insiste en que para ello tiene que haber un buen guion que le atraiga y un buen equipo.

«Los trabajos se escogen con el grupo que está envuelto para hacer la película, un director que tenga la sensibilidad del proyecto que vamos a rodar, y los actores», concluyó.